Tomàs Cusiné es uno de los grupos bodegueros más genuinos del país. Con su producción total de 1.200.000 botellas aproximadamente, el 50% de las cuales se exporta a más de 40 países de los cinco continentes. Sus vinos tienen el reconocimiento de prescriptores, sumilleres, críticos, guías enológicas y publicaciones especializadas. Hoy hablamos con Xavier Cepero, director general Tomàs Cusiné.
La idea antigua de Terroir sigue siendo muy válida para elaborar un buen vino. Un lugar concreto donde se aplica el saber colectivo de todo lo que afecta al suelo, el subsuelo, el clima y las practicas vitivinícolas que él tienen lugar.
El grupo es muy joven se ha conformado solo en apenas 4 años. Todas las bodegas son Premium. Y exportamos el 40% de nuestra producción.
Las características de cada bodega nos marcan un poco el ritmo:
La falta de lluvia es un problema acuciante. Los rendimientos han caído en picado en los últimos años. Por el contrario la sequedad del ambiente nos permite prácticas ecológicas cómodamente y hemos gozado de añas fantásticas en los últimos años.
El futuro es preocupante. Si no conseguimos un aporte de agua regular a los viñedos las explotaciones entrarán en situación de pérdida económica. Para ello estamos construyendo pantanos de retención de aguas pluviales y sistemas de riego allá donde es posible.
Nosotros ya tenemos una actividad enoturística que el año pasado movió unas 60.000 personas.
El Castell del Remei tiene un restaurante abierto al público que el año pasado sirvió 29.000 cubiertos. Tenemos un pequeño hotel el Vilosel Wine Hotel de 5 habitaciones que el año pasado tuvo un índice de ocupación del 80% en fin de semana. Y hacemos muchas visitas guiadas a las bodegas.
Por supuesto. Vinos para tomar de pie más ligeros y frescos. Vinos más gastronómicos, grasos y untuosos. Vinos para subir el ánimo y vinos para los días de lluvia. Hay vinos para cada ocasión.
En el contexto de cambio climático tanto la Conca de barbera con sus viñas en altura como el clima continental de Costers del Segre ofrecen vendimias con vinos frescos muy en demanda últimamente. En el caso de la Conca además ha conseguido un posicionamiento especial con una variedad autóctona el Trepat de añada personalidad y diferencia a los vinos. Las dos denominaciones son pequeñas pero ambas consiguen mantener un nivel de precios y prestigio alto.
El discurso del vino ha sido muy elitista en los últimos años. Un lenguaje propio. Una formación compleja y misteriosa (someliers, enólogos)… un canal de distribución que ha primado al restaurante para las botellas interesantes con precios altos. Todo muy alejado todo de las preferencia y posibilidades de los jóvenes.
Para captar al joven habrá que simplificar el discurso y sobre todo cambiar el canal de distribución potenciando la alimentación y no tanto la hostelería.
Vamos a invertir más en turismo y en ecología. Hemos plantado unos 400 árboles al Castell del Remei y queremos seguir ajardinando. Queremos Hacer más visitar y mejores. Vamos a invertir en energía limpia en placas solares buscando la autosuficiencia Y en perfeccionar los recursos hídricos de que disponemos.
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