Hay pocos personajes históricos catalanes que causen tanto impacto como Enriqueta Martí. Su historia podría haber sido la de cualquier ciudadano de a pie de principios del siglo XX, pero tristemente se convirtió en un relato macabro que copó las portadas de la época y que, aún a día de hoy, pone los pelos de punta.
Curiosamente, si bien la historia de la bautizada como “Vampira del Raval” es de sobra conocida en Cataluña, en el resto del territorio nacional su existencia ha pasado desapercibida. Fue en 2016 cuando comenzó a tener una mayor visibilidad gracias al capítulo que la serie El Ministerio del Tiempo le dedicó en su segunda temporada, dando a conocer los hechos que marcaron la vida de Enriqueta Martí. Ahora, Lluís Danés recoge el testigo y plasmará en su nuevo trabajo, La Vampira de Barcelona, la historia menos conocida de esta mujer que puso en jaque a la sociedad catalana en la Barcelona modernista.
No es la primera vez que la historia de la Vampira del Raval es adaptada al séptimo arte, hace un par de años se llevaron a cabo algunos proyectos independientes que revisaban la historia de este personaje histórico en clave actual. Danés, que debutó en 2007 en el Festival de San Sebastián con el documental Llach, la revolta permanent, plantea en su nuevo largometraje, cuyo proyecto se inició hace más de una década, una historia muy diferente, centrada en ofrecer al espectador un relato en el que todo lo que se sabe sobre Martí se pone en entredicho.
De esta forma, Danés se apoya en diferentes investigaciones llevadas a cabo en los últimos años por estudiosos como Elsa Plaza o Jordi Corominas para crear un relato con tintes de thriller y cine de terror. De esta forma, el cineasta se lanza a ese cine menos comercial y masivo que en los últimos tiempos parece haber calado hondo en los festivales de cine. En la última edición de los Premios Gaudí pudimos ver títulos que se alejan enormemente de las grandes producciones que han copado la gran pantalla durante décadas, tales como Las distancias, Petra o Viaje al cuarto de una madre, e incluso en los Oscar, cuyo impacto a nivel social llega incluso al sector de las apuestas, centradas generalmente en el ámbito deportivo, con pronósticos sobre los posibles ganadores, han llegado a triunfar cintas tan personales e íntimas como Roma, de Alfonso Cuarón.
Valiéndose de la libertad de no sentirse prisionero de los corsés que marca la comercialización en masa, Danés promete crear una obra en la que el tratamiento visual y artístico se conforma como un personaje más de la cinta, dando lugar a pasajes puramente simbólicos con la Barcelona modernista como telón fondo. Una de las prioridades del cineasta en La Vampira de Barcelona es trasladar al espectador las grandes diferencias sociales que existían en la Ciudad Condal a finales del siglo XIX y principios del XX. Mientras una proporción muy pequeña de la población vivía el esplendor cultural de la época, con figuras como Gaudí en plena efervescencia, miles de ciudadanos vivían en condiciones insalubres y de extrema pobreza. Una de las zonas más afectadas por esta desigualdad social era el Barrio del Raval, en donde la miseria era patente en todos los hogares. Aquí es donde vivía Enriqueta Martí, mujer casada y separada de quien se dice que, a pesar de contar con recursos económicos como para mantenerse, pedía limosna por las calles de la ciudad y frecuentaba locales de dudosa reputación.
Martí saltó a la esfera pública en 1912, tras la desaparición de la pequeña Teresita Guitart Congost, perteneciente a una familia adinerada de Barcelona. Los recursos de la familia permitieron la puesta en marcha de un importante operativo de búsqueda que levantó ampollas entre la gente más humilde, que llevaba denunciando la desaparición de personas desde hacía meses sin que la policía les prestara atención. Tras una semana de intensa búsqueda, Teresita fue encontrada en la casa de Enriqueta, que afirmó que se encontró a la pequeña deambulando por la calle y famélica y que decidió acogerla en su hogar. Esta versión dista mucha de la que ofreció la propia Teresita, que afirmó que Martí se la llevó a la fuerza y la retuvo en contra de su voluntad. En la casa de Enriqueta la policía también encontró a Angelita, quien decía ser la hija de Martí, aunque más tarde esta posibilidad se esfumó al constatarse que la mujer nunca tuvo hijos biológicos. Teresita y Angelita declararon ante los agentes que Enriqueta había asesinado a gente en su casa y que incluso guardaba ropa, un cuchillo ensangrentado y huesos de sus víctimas que emplearía, supuestamente, para crear los remedios que vendía como curandera. Enriqueta fue detenida y acusada no solo de secuestro, sino también de asesinato, y finalmente moriría en prisión un año después a causa de un cáncer de útero.
Esta es la versión que se ofreció en la época, la de una mujer sin escrúpulos que secuestraba y mataba sin ningún tipo de remordimiento. Un auténtico ser maligno que se valió el sobrenombre de Vampira del Raval a pulso. Sin embargo, Danés centrará su película en el otro lado de la moneda, esa otra versión en la que los historiadores sitúan a Martí como una cabeza de turco, una mujer desequilibrada mentalmente que fue utilizada por las clases dirigentes para sembrar el caos en la ciudad y desviar la atención de otros graves problemas de interés público. Estos estudiosos creen que Enriqueta Martí sufría algún trastorno mental y que, además de no recibir el tratamiento necesario, fue tratada injustamente al ser condenada por unos asesinatos cuya autoría nunca pudo probarse.
Para dar a conocer esta “otra” historia de la Vampira del Raval, Lluís Danés contará con la actriz Nora Navas como protagonista, quien ha participado recientemente en Dolor y Gloria de Pedro Almodóvar. Junto a ella también estarán caras conocidas como Roger Casamajor (El laberinto del fauno, Pa Negre), Bruna Cusí (Estiu 1993), Francesc Orella (Merlí), Sergi López (El laberinto del fauno), Núria Prims (Hospital Central) o Pablo Derqui (La Catedral del Mar), entre otros.
La producción correrá a cargo de Brutal Media y Filmax, y contará con la participación de TV3. El guion de la cinta, que ya se ha comenzado a rodar en Martorell, lo firma María Jaén, mientras que la dirección de fotografía corre a cargo de Josep Maria Civit y el vestuario, de vital importancia en las cintas época, de Mercè Paloma.
El rodaje se está llevando a cabo en un espacio de 5000 metros cuadrados en los que Danés ha creado un decorado que consigue unir los dos universos que pretende fusionar: aquel habitado por la alta burguesía, que cuenta con el Gran Teatro Liceo como protagonista, y aquel lúgubre y decadente del Raval. Su experiencia previa como escenógrafo le ha permitido dotar de vida a estos espacios recreados, consiguiendo una alta fidelidad a la época histórica.
Por el momento, son pocos los datos que se van conociendo de esta nueva película que promete arrojar luz sobre la leyenda negra que existe alrededor de la figura de Enriqueta Martí. Su estreno está previsto para el próximo otoño.
