Descubrimos la misteriosa Transilvania tras los pasos de Drácula. Para ello, hablamos con Toni Moruno de ImproTours para conocer mejor esta fascinante zona de Rumania.
Hablar de Rumanía es hablar de una compleja historia y de Mitos y Leyendas, de mitos como el Conde Drácula, de su geografía, de su arte y de su gastronomía. La cultura rumana y su lengua, son una mezcla del Mediterráneo y del mundo oriental, ruso y turco. Situada en una inmensa llanura dividida por los Montes Cárpatos, el país se cierra al sur por el Danubio.
Situada en el corazón de Rumanía, con Maramures al norte, Valaquia al sur, Moldavia al este y el Banato y Crisana al oeste, Transilvania tiene un relieve que va desde las colinas y lagos del norte, a los valles boscosos del sur. Hay muchos motivos para visitar Transilvania, tal y como nos cuenta Toni “Transilvania es un país muy rico culturalmente: ciudades medievales perfectamente conservadas, castillos, iglesias fortificadas… y también es muy rico en leyendas y tradiciones”.
Debido a su zona geográfica “se recomienda evitar el invierno, que es muy frío. Es preferible visitar Transilvania en los meses cálidos” nos aconseja Toni de ImproTours. Los viajes que ofrece esta compañía especializada en Transilvania son “viajes pensados para personas que tengan ganas de divertirse mientras conocen una región maravillosa, personas que tengan ganas de disfrutar de una experiencia nueva y única, que les guste viajar y les guste el teatro”.
Este tipo de viaje es mejor hacerlo sin niños pequeños, ya que “las visitas pueden resultar muy cansadas para ellos y seguramente no entiendas las actuaciones. En cambio, para niños más mayores, que les guste el misterio y las leyendas, puede ser muy divertido”. Y desgraciadamente no es muy aconsejable para personas con movilidad reducida, ya que no está suficientemente adaptado.
Tras las huellas de Drácula
Cuando pensamos en Transilvania, pensamos en Drácula y cuando pensamos en Drácula nos preguntamos ¿existió realmente? Toni nos explica que “existió un príncipe de Valaquia en el siglo XV, conocido como Vlad el Empalador o Vlad Dracula. Entre otros métodos de tortura, paree ser que le gustaba especialmente hacer empalamientos masivos, creando bosques enteros de personas empaladas. Y según la leyenda, le gustaba mojar pan en la sangre de sus víctimas mientras comía. En definitiva, el personaje histórico puede que fuera más terrorífico que el de ficción”.
Foto de jfreaks
Y no hay leyenda o historia que no tenga sitios para visitar, en Transilvania “se pueden visitar muchos lugares relacionados con Drácula, desde su casa natal en Sighisoara hasta su tumba en la isla de Snagov; la ciudad de Brasov, a cuyos habitantes mandó empalar mientras contemplaban agonizantes como incendiaba la ciudad, y por supuesto la fortaleza de Poienari, el verdadero castillo de Drácula.” Pero hay más sobre la Leyenda de Drácula incluso podemos visitar su tumba nos explica Toni: “En el monasterio de Snagov se puede visitar la tumba de Drácula, pero dentro no está su cuerpo. Se dice que los monjes que custodiaban la tumba no quisieron tener enterrado a un personaje tan despiadado dentro del santuario y trasladaron sus restos junto a la entrada del templo. Pero hoy en día no queda rastro del cuerpo, ni dentro ni fuera del templo, así que se puede dejar volar la imaginación…”
Transilvania más allá de Drácula
Seguramente sin la sombra de la obra de Bram Stoker, la región rumana de Transilvania no sería tan conocida. Lo cierto es que la Transilvania que nos ha llegado a través del cine y la literatura es una pequeña porción de una realidad variada y rica. No debemos perdernos “las preciosas ciudades de Sighisoara, Sibiu o Brasov, las iglesias fortificadas donde parece que no hayan pasado los siglos, asombrosos castillos como el de Bran, o los imponentes paisajes naturales de los Cárpatos.”, nos aconseja Toni.
En la región de Transilvania se sitúan algunas de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa, como es el caso de Brasov, con su antigua arquitectura sajona; Sighisoara, con su ciudadela y su torre del reloj del siglo XIV; Cluj-Napoca, con su bello centro histórico; o Sibiu, con sus casas de colores y sus calles empedradas.
En Transilvania hay joyas arquitectónicas únicas como las fortalezas dacias al sur de Transilvania, en Sarmisegetuza -Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y cerca de Brasov y Bran, están las iglesias fortificadas de Agnita, Biertan, Calnic, Harman, Darjiu, Prejmer -la iglesia fortificada más grande del sureste de Europa-, Saschiz, Viilor Valea, y Viscri, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Palacio de Bruckental. Foto de Travel & Photo.
Y otros lugares que no podemos dejar de visitar son: la Fortaleza de Rasnov, construida en 1300 por los caballeros teutónicos para proteger Transilvania de los tártaros y los turcos. El Castillo Corvinesti del siglo XV, el más bello de Transilvania, situado cerca de Hunedoara, con la suntuosa sala de los Caballeros y las torres y contrafuertes, reminiscencia de la época medieval. En Sibiu, el Museo de Arte, en el bello Palacio Bruckenthal y, al noroeste de la ciudad, Marginimea Sibiului, donde podemos visitar más de 18 pueblos tradicionales. El Museo más grande de Europa de Iconos de vidrio pintado, situado en Sibiel.
Foto de Dan Preja
Transilvania posee, además, paisajes naturales de belleza única como la Cordillera Apuseni, en los Cárpatos occidentales -un paisaje bello y misterioso al mismo tiempo- el Parque nacional de Retezat, la Cueva de los osos Chiscau y la Cueva Vartop, o el Glaciar Scarisoara -el segundo glaciar más grande de la tierra-.
Por otra parte, todavía perviven en la región tradiciones centenarias, y mucha gente se dedica todavía a oficios que se van perdiendo en otros lugares de Europa: pastores, tejedores, herreros…Como es el caso de los habitantes del Valle de Ariesi, en la llamada Tierra Moti (Tara Motilor), donde se encuentran aldeas dispersas situadas a casi 1300 metros de altitud.
Transilvania para el paladar
“En la comida transilvana se aprecia la influencia de la cocina turca, húngara, alemana y eslava, que han ocupado Transilvania en distintas ocasiones. Las comidas tradicionales proceden de la cocina campesina, recetas sencillas pero deliciosas, como la mamaliga, una pasta de maíz, o el sarmale, unos rollitos de hojas de col rellenos de carne, con especias y arroz.” nos explica Toni.
Su cocina posee una gran variedad de platos, sobre todo de carnes. Las sopas son bastante populares, así como la pasta hecha en casa. Además, puesto que la col es uno de los productos principales de la comida de Rumanía, les recomendamos que prueben la versión rumana de la lasaña: “Varza al estilo de Cluj”, preparada a partir de varias capas de repollo y carne mezclada con arroz y tocino. Y no nos olvidemos d elos vinos, sobretodo el excelente vino blanco, producido en los viñedos de la zona de Tarnave. Por otra parte, Transilvania es famosa por sus licores como el Palinca, el Horinca y el Rachie –variedades de Brandy-, fabricados con frutas: manzana, pera, ciruela y mora.
Conocer Transilvania de la mano de ImproTours
En la novela Drácula, se dice que “en la herradura de los Cárpatos se reúnen todas las supersticiones del mundo, como si fuera el centro de una especial de remolino de la imaginación”. ImproTours hace que el viajero experimente ese remolino de la imaginación, porque tal como nos explica Toni “durante el día se visita la región y conocemos la historia, y por la noche, unos misteriosos personajes nos muestran la otra cara de Transilvania, explicando leyendas y misterios, de manera que realidad y ficción se van mezclando a lo largo del viaje”.
Ofrecen un producto muy completo, con vuelos, traslados, alojamientos en hoteles de 3 y 4 estrellas, pensión completa, guía acompañante, y por supuesto, actuaciones por 1195€ como precio base.
Día 1 – Bienvenidos a Transilvania
Día 2 – Brasov y el Castillo de Bran
Día 3 – Fortaleza de Fagarasi y Medias
Día 4 – Biertan, Sighisoara y paseo en carruaje
Día 5 – Región de Sibiu
Día 6 – Valle de Valaquia
Día 7 – Isla de Snagov
Día 8 – Despedida
ImproTours nace para ofrecer una nueva experiencia de viaje, donde el viajero hace suyas las leyendas de Transilvania. Un actor de improvisación acompaña al grupo durante todo el viaje, haciendo que se sumerja en un mundo de misterio… y de mucho humor. Los actores de la compañía Planeta Impro, que llevan tantos años haciéndonos reír en el Teatreneu de Barcelona con su Improshow, saben hacer que cada viaje sea una historia diferente.
ImproTours decidió especializarse en Transilvania porque “cuando se nos ocurrió que un actor podría hacer un viaje mucho más divertido, en seguida pensamos en Transilvania, porque es un lugar mágico, cargado de leyendas que pueden dar lugar a muchas historias terroríficas, divertidas e incluso románticas”.