Ochagavía está situada al norte de Navarra, en la cabecera del Valle de Salazar. Flanqueada al norte por Izalzu, el bosque de Irati y Francia, al este por el Valle de Roncal, al oeste por el Valle de Aezkoa, y al sur por Ezkaroz. Ochagavía es la fotografía perfecta, esa que siempre queda bien; no importa ni el día ni la luz. Es la postal del Pirineo navarro con sus calles empedradas, sus cuidadas viviendas de tejados empinados y su río con un viejo puente medieval.
Fotografía cedida por el Archivo de Turismo «Reyno de Navarra»
La iglesia de piedra, de la que sobresale una robusta y elegante torre, ofrece una interesante perspectiva que rompe la horizontalidad de una instantánea. El paisaje de altas cumbres y profundos bosques completa una imagen en la que no deben faltar las antiquísimas danzas en honor a la Virgen de Muskilda.
El pueblo de Ochagavía está situado a 764 metros de altitud en el extremo más septentrional del valle pirenaico de Salazar, al noreste de Navarra. Rodeado de altas cumbres y extensos boques de hayas y pinos silvestres, es una de las localidades más pintorescas del Pirineo navarro por la arquitectura de su caserío y por su ubicación en la confluencia de los ríos Zatoia y Anduña, que a partir de este punto se denomina Salazar.
El encanto de Ochagavía se debe en gran medida a la estampa que ofrece el pueblo con su puente medieval, sus estrechas calles empedradas y el cuidado caserío alineado en torno al río Anduña. Las casas son de piedra, con tejados empinados a dos o cuatro aguas y trabajados dinteles y balcones. Entre ellas destacan los palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría y algunas casas blasonadas de los siglos XVIII y XIX. En cuanto a la arquitectura religiosa, cabe señalar la Iglesia de San Juan Evangelista, una obra con restos medievales y de los siglos XVI y XVII. En el exterior, el templo conserva el tejado de tablillas típico de las edificaciones salacencas hasta principios del siglo XX. En el interior guarda varios retablos renacentistas y barrocos. Otra construcción interesante es el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda, ermita románica del siglo XII, situada a cuatro kilómetros de Ochagavía sobre una colina.
Selva de Irati
Saliendo de Ochagavía, a 24 km, la carretera local que sigue el cauce del río Zatoya, nos lleva hasta ella, donde confluyen los ríos Urtxuria y Urbeltza, nacimiento del río Irati. Localizada en un terreno escarpado y abrupto, en el nordeste de la Comunidad Foral de Navarra, la Selva de Irati es una de las áreas boscosas mejor conservadas de la Península Ibérica. Es una de las manchas de hayedo-abetal más extensas y mejor conservadas de Europa.
Es un excelente lugar para escuchar la berrea de los ciervos machos en otoño. Es en esta misma estación cuando el bosque adquiere su máximo esplendor de color. Aunque la Selva o el Bosque de Irati tiene una extensión de más de 17.000 hectáreas sólo una pequeña parte está protegida legalmente: únicamente las 238 Ha que componen la Reserva Integral de Lizardoia y las Reservas Naturales de Mendilatz y Tristuibartea.
Irati tiene el privilegio de ser el bosque más extenso y frondoso de la península ibérica. Y es que uno de sus grandes valores es el excelente estado de conservación en el que se encuentra. En la alta cuenca del río Irati las actividades forestales se han realizado siempre de forma totalmente controlada, motivo por el que algunos pequeños parajes se conservan prácticamente en su estado primitivo.
El alto índice de lluvias que registra esta zona pirenaica provoca que el paisaje esté El alto índice de lluvias que registra esta zona pirenaica provoca que el paisaje esté poblado de arroyos y torrentes que surcan su abrupto relieve. Irati es un lugar para conocer caminando. Por ello cuenta con una red de senderos y posibilidades, cada vez más amplias y variadas.
Sierra de Abodi
Localizada al Noroeste del macizo de Oroz-Betelu y al Norte de Salazar y Aezkoa, la Sierra de Abodi se extiende de Este a Oeste y ocupa un espacio flanqueado por el monte Irati y el barranco de Urroa. El pico principal sobrepasa los 1.500 m. de altitud y recibe el mismo nombre que la Sierra. El clima, como corresponde a esta zona navarra, viene determinado por precipitaciones abundantes que suelen caer en forma de nieve en los meses de invierno.
Entre las peculiaridades de este espacio hay que destacar la presencia de numerosos dólmenes -diez, concretamente- que ponen de manifiesto la antigüedad pastoril de esta zona. El túmulo de Gaztanbidea es uno de los más representativos. Se halla a 1.400 m. de altitud y está formado principalmente por piedras areniscas. Su forma es circular y tiene diez metros de diámetro.
Actualmente, el aspecto de la Sierra de Abodi no dista mucho del que ofrecía antaño, cuando empezó a eliminarse el arbolado con el fin de convertirla en pastizal.
Pico de Ori
Nos encontramos con esta montaña que aparece por encima de la Selva de Irati, enseñándonos sus formas bien definidas. El Pico de Ori es conocido por ser el “dosmil” más occidental del pirineo, es una de las cumbres más altas del Pirineo navarro. Tiene una altitud de 2.021 metros. Es muy atractivo para la práctica del montañismo. Ochagavía es el punto de partida y es en el parking del puerto de Larrau donde se inicia la ascensión. En invierno la carretera se abre únicamente hasta Pikatua, donde se encuentra el centro de esquí nórdico de Abodi. Bien entrada la primavera, es cuando podemos circular sin problemas por este puerto de Larrau.
Un paseo agradable, de una hora aproximadamente es el que nos lleva a la cima desde donde tenemos unas preciosas vistas de un sinfín de montañas: Anie, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Ezkaurre,… Sus dos vertientes, nos permiten dominar también, el hermoso paisaje salacenco y el pueblo de Larrau.
Actividades
Uno de los mayores atractivos de la zona es poder disfrutar plenamente de la naturaleza. Ochagavía y sus alrededores constituyen un marco perfecto para realizar distintas actividades en plena naturaleza desde senderismo hasta esquí de fondo.
Desde Ochagavía podemos adentrarnos fácilmente en los diferentes hábitats naturales que lo rodean. Desde el pueblo, numerosas pistas y caminos nos conducen hacia ese mundo natural. Cualquier lugar es bueno para sentir su abrazo.
Pronto estaremos rodeados de árboles, arroyos, paisajes asombrosos, animales y plantas, altas cumbres, frondosos valles, sonidos armoniosos…, que, sin duda, nos harán despertar los sentidos…
Si lo que buscamos en el entorno de Ochagavía es hacer deporte, estamos de enhorabuena. En época invernal, las pistas de esquí de fondo de Abodi-Salazar nos permiten adentrarnos en el corazón de Irati. El edificio de acceso se ubica en la antigua aduana de Pikatua, en la carretera de Larrau a 13,5 kilómetros de Ochagavía. Podemos elegir entre cuatro recorridos, con una longitud total cercana a los 30 kilómetros, según el estado de la nieve, y con distintos grados de dificultad.
También podemos realizar diversas rutas de senderismo: «camino viejo a Irati y Muskilda», «barranco de Otsate», «Ochagavía-Udi-Jaurrieta-Ezcároz» u «Ochagavía-Isaba». Si prefimos disfrutar de las pistas forestales del bosque de Irati, subámonos a nuestra bicicleta de montaña y disfrutemos.
Ochagavía cuenta con una Oficina de Turismo donde nos informarán ampliamente de las rutas que podemos realizar. Comparte el edificio con un Centro de Interpretación de la Naturaleza que ofrece diversa información sobre la vida y la naturaleza del Valle de Salazar y en especial de ese gran bosque que constituye la Selva de Irati.
Alojamiento
El Apartamento Rural Bidezarra Etxea está en la primera planta de una preciosa casa de piedra, es muy fresca en verano y tiene calefacción de gasoil para el invierno. Es una casa tradicional, reconvertida en apartamento turístico, y se ubica en un extremo del núcleo urbano, dispone de su propio terreno, lo que hace que sea una zona tranquila. Ocupa la primera planta de un edificio de tres plantas, aunque a día de hoy el apartamento es la única planta que tiene uso.
Dispone de 4 habitaciones dobles, una de ellas con cama de matrimonio, 2 baños, salón con TV, libros y juegos de mesa, cocina equipada con vitro cerámica, nevera, horno y microondas, así como una zona de aparcamiento y un lugar para guardar bicicletas.
Fotografía cedida por el Archivo de Turismo «Reyno de Navarra»
Gastronomía
No os olvidéis la exquisita oferta gastronómica de la villa y, por extensión, todo el valle. Degustad las migas, un plato pastoril a base de pan seco hecho en la sartén con grasa de tocino y longaniza. Probad la ternera y el cordero lechal, o la trucha a la Navarra, frita con jamón.
Otra posibilidad son las exquisitas setas, como los perretxikos en primavera y los hongos en otoño, o las piezas de origen cinegético, como el ciervo, el jabalí o la paloma. Terminad con una cuajada o queso de Denominación de Origen Roncal y un pacharán navarro, muy digestivo.