El deporte y la cultura pop protagonizan la nueva edición del proyecto 12+1 en Sant Vicenç dels Horts. Con el sarcasmo y el humor por bandera, los artistas Imon Boy y Dagoe han sido los encargados de realizar los murales más recientes de la Fundación Contorno Urbano. Durante dos meses, los viandantes podrán disfrutar de estas dos divertidas obras.
Con la estética de un videojuego, Imon Boy representa un partido de tenis que se está jugando sobre un vagón de tren. Como en otras escenas que acostumbra a pintar, el protagonista de la obra es el propio Imon Boy, quien se disputa la jugada contra un segurata. De esta forma, la obra se convierte en una metáfora de la realidad que viven los escritores de graffiti. Este artista lleva ya años en el mundo del graffiti, alternando sus piezas en la calle con otros proyectos de estudio de forma paralela. De manera autorreferencial, lleva al plano artístico todos los aspectos que aparecen en su vida: graffiti, videojuegos, internet, cine, música, viajes, amistades, etc. La clave de su producción es la unión de todos esos elementos pop y la curiosidad por el dibujo y la búsqueda de nuevas formas y escenarios.
Su obra se ha podido ver en lugares como La Térmica, CAC Málaga, MAD de Antequera, Programa Iniciarte, Positive Propaganda (Munich), Galería Birimbao, Affenfaust Galerie (Hamburgo), District Gallery (Filipinas), Adjust Wynwood (Miami), GoodSpace Gallery (Sidney) o Martinez Gallery (Nueva York).
En el muro de enfrente, Dagoe ha realizado la obra “Straigth Ballin’”, una clara alusión a la cultura hip-hop neoyorquina. La tipografía utilizada está inspirada en la película clásica Wild Style, y formando una antítesis de la época, en la parte frontal hay un retrato del cantante Drake. Dagoe utiliza la sátira y el humor para transmitir sus mensajes, que a menudo permiten distintas interpretaciones. En cuanto al registro gráfico, le gusta explorar la materia y las texturas, mezclando texto con imagen y utilizando gamas pastel, tanto en acrílico como en spray. Dagoe, o Aitor Cara, se sumergió en el mundo del graffiti gracias a amigos de Badalona, su ciudad natal, en su época de instituto.
En 2012 participó en un festival de muralismo en París, lo que lo llevó a mudarse a la capital francesa y a centrarse en los murales y los lienzos, realizando una residencia en el atelier Narvaland. Después de conocer Túnez, Italia, Bélgica y Holanda, volvió a Cataluña para estudiar Ilustración en la Escola Massana de Barcelona. Se graduó en septiembre de 2018 y actualmente su trabajo se centra en la ilustración, el diseño y la animación.