A dos horas de Tokio en tren exprés, la ciudad de Nikko es uno de los referentes naturales y arquitectónicos del país. Ubicada en plena montaña, Nikko es la escapada perfecta para cualquier viajero que visite Japón. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999, sus calles albergan templos de una belleza incalculable pertenecientes a la era Edo. En este entorno único, Turismo de Nikko propone al viajero descubrir la ciudad a través de sus sabores.
En la avenida Goyotei, muy cerca de los monumentos más representativos de la ciudad, se encuentra Nikko Coffee, una antigua casa cuyo renovado interior en madera mantiene la esencia del estilo tradicional japonés, ofreciendo al visitante un ambiente tranquilo en el que poder disfrutar de los populares kaki koori, unos helados hechos de forma artesanal con agua natural de Nikko.
Café&Bar Tora es un bonito local ubicado junto a una casa de huéspedes tradicional. Este bar también es un referente para los amantes del kaki koori. Elaborados con hielo de Mitsuboshi Himuro, su textura esponjosa y delicada, hace que se derritan rápidamente en la boca para deleite de los paladares más exigentes.
La llamativa fachada de ladrillo y la robustez de sus líneas arquitectónicas, hacen del Kamaya café du Reverbere otro de los lugares de referencia de la zona. Ubicado estratégicamente entre las estaciones de Tobu Nikko y Nikko JR, este café destaca por sus suculentos cuencos de carne asada con yuba enrollado al estilo tradicional japonés y huevo escalfado. Nota para golosos: aquí también se pueden degustar unos exquisitos helados de fresa.
Tres postres imprescindibles para saborear Nikko
La mejor combinación de bizcocho tostado crujiente y helado se encuentra en Nikko – Nasu no Rusk Yasan. Esta tienda tiene una irresistible manera de preparar el bizcocho. Lo acompañan con helado de dos sabores (se puede escoger entre más de 10 tipos) y se sirve acompañado con aderezo de chocolate y chocolatinas con la forma de los famosos tres monos del Santuario Nikko Toshogu.
Nikko Pudding Tei es un popular establecimiento que debe su fama internacional al pudín con crema de helado de leche. El secreto, más allá de la receta, está en la calidad de los ingredientes. La leche, procedente de las granjas de Oozasa Nikko Kirifurikogen, y los huevos, de Nasu Goyo, dan como resultado una crema muy espesa y suave. Tienen siete sabores a elegir, entre los que destacan el de tochiotome y el de mitarashi.
Por último, los viajeros que quieran degustar los mejores dorayaki mientras pasean por el casco histórico de Nikko tienen en Nihonkashi Kumo IZU su mejor aliado. Este establecimiento también es ideal para descubrir el soppo yaki, otro de los dulces de moda, o el nama dora kumo, otro delicioso tentempié ideal para reponer fuerzas mientras se visita la ciudad.