Althaia Artesana nace en la Marina Baixa, en el Mediterráneo. La producción íntegra de todo el proceso se encuentra aquí en el pueblo de Altea, desde la molienda del grano a la maduración final en botella. Una historia de amor en una botella. Hablamos con Mayte Pardo, CEO de Althaia para descubrir más este proyecto.
Para elaborar una buena cerveza artesana, ¿qué es lo más importante?
Hacerla con amor y con la misma ilusión que el primer día. Siempre quieres que la última elaboración sea la mejor. 😉
Se trabaja todo, la receta, la ejecución de la receta y los ingredientes.
¿Puedes definir en tres conceptos tu filosofía cervecera?
Mediterránea, independiente y de calidad.
¿Crees que hay una cerveza para cada ocasión?
Por su puesto, hay épocas y momentos del año idóneos para cada cerveza. El otoño es tiempo de pumpkins y conforme va llegando el fresquito nos apetecen más las notas tostadas de la malta: red ale, barley wine, stout, imperial stout…
¿En qué os basáis a la hora de crear vuestras cervezas artesanas?
En que sean comprensibles, nos gusta la introducción de estilos tanto nuevos cómo tradicionales, pero sobre todo que, si es la primera vez que pruebas una IPA, una berliner o una stout te guste, la comprendas. Hay mucho público al que atraer todavía al lado craft y nos encanta que se inicien con nuestras cervezas. Siempre sin dejar de lado al bebedor más experimentado que esperamos que encuentre en Althaia un valor seguro.
¿De dónde provienen los lúpulos que utilizáis para vuestros productos?
Lo que más trabajamos en estos momentos son los lúpulos americanos de Yakima, para todo lo que son IPAs y sus variantes…
¿Cómo valoras la legislación actual respecto a las cervezas artesanas?
Floja y mal limitada. El consumidor no experimentado sigue perdido y confundido con tanta publicidad equivoca.
Actualmente las grandes empresas cerveceras ocupan la gran parte del mercado de consumidores, ¿cómo pueden luchas las empresas de cervezas artesanas para hacerse un hueco importante en el mercado?
A mi entender somos productos distintos, es como querer comparar ese pan de masa madre y harinas de calidad de la panadería artesanal de tu pueblo, que cruje y huele al partirlo, con los panes envasados en plástico y con semillas por encima de los supermercados. La experiencia no es la misma, los sabores y los sentidos tampoco.
Por lo mismo, creo que lo que más hay que trabajar es la venta local. Ser un producto de zona y también la venta especializada, dónde el hostelero conoce el producto y sus bondades.
¿Qué modelo de producción y packaging utilizáis para ser respetuosos con el medio ambiente?
Por desgracia con nuestro tamaño no hay mucho donde elegir, Packaging de cartón. Muchos de nuestros clientes traen sus packs de 6 para rellenarlos y reutilizarlos de nuevo. Bolsas de papel también. En un futuro próximo queremos empezar a trabajar con growlers.
¿Habéis notado alguna consecuencia del cambio climático a la hora de producir vuestros productos?
El cambio climático es un hecho y nos preocupa a todos. Ciertamente nosotros dónde estamos, lo que más notamos es el calor que este año se quedado casi hasta noviembre y nos obliga a ir algo más despacio.
España es un país consumidor de cerveza, pero ¿cómo valoráis la cultura cervecera en nuestro país?
Solemos decir que en España hay cultura de vino, pero que en cerveza nos quedamos en una “cultura de cañas”. Pues eso, somo grandes consumidores de dobles y tercios, pero todavía mucha gente no distingue entre una ale y una lager.
¿Qué planes de futuro tenéis que se puedan contar?
Pues estamos trabajando en un proyecto nuevo que nos ilusiona muchísimo. Es el siguiente paso. Nos mudamos a una nueva fábrica dónde poder crecer y mejorar, además de habilitar un tap room dónde nuestros clientes puedan venir a visitarnos y disfrutar de una cerveza mientras ven como se produce. Es un proyecto precioso, muy Althaia, dónde trabajaremos con energías renovables como la energía solar y también con materiales reutilizados de astilleros para seguir con nuestro espíritu. En breve lanzamos un crowdfunding con Fellow Funders (la misma empresa que llevó el de Dougalls) que tiene muy buena pinta.