Abadal nace con la ilusión de poner en valor el potencial vinícola del Bages y de transmitir su esencia y su personalidad. De espíritu innovador y vinculados al mundo del vino desde hace más de 8 siglos, elaboramos unos vinos expresivos y auténticos, con la voluntad de trasladar las sensaciones que se desprenden del paisaje boscoso que nos rodea.
La bodega ofrece experiencias de proximidad para disfrutar del vino, del paisaje, de la gastronomía y de la buena compañía. Porque para comprender mejor sus vinos hay que ver donde nacen. Hablamos con Marta Membres, responsable de enoturismo de Abadal para descubrir todas las experiencias que nos ofrecen.
Abadal es una bodega con mucha historia, los productos que ofrecéis son el resultado de más de 8 siglos vinculados al mundo del vino. Una muestra es la Masía Roqueta – originaria del siglo XII -. ¿Qué descubrirán los visitantes en su visita a vuestra bodega?
Son más de 8 siglos ligados a la viticultura, trabajando para poner en valor el potencial vinícola del Bages y transmitir su identidad.
Nuestra visita es la combinación perfecta entre paisaje, historia y vino. Tradición y modernidad se fusionan en una propuesta que incluye una visita a la Masía Roqueta -originaria del siglo XII-, en la que el visitante se verá trasladado en el tiempo, con su antigua bodega en el sótano de la casa conservado en estado original. De vuelta al presente, una visita al viñedo, a la bodega de elaboración actual y a la sala de crianza, finalizando con una degustación dirigida de nuestros vinos.
Si el visitante opta por la Visita Gourmet, se realiza el mismo recorrido, pero con total exclusividad para grupos reducidos, disfrutando además de una cata de los mejores vinos de la bodega, maridados con aperitivos caseros, en un espacio único y privilegiado de la Masía.
Vuestros viñedos están en el Bages, ¿qué particularidades encontramos en el terreno en La ruta de las barracas de viña?
La Ruta de las barracas de viña es una experiencia que conjuga paisaje, naturaleza y patrimonio histórico. Las barracas de viña son construcciones de piedra seca, testimonio de un tipo de vida tradicional de los viticultores -las más antiguas son de 300 años atrás y, las más modernas, de mediados de siglo XIX-. Hoy día son elementos plenamente identificativos de Abadal y del paisaje de Pla de Bages, además de haber sido reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
En Abadal, como propulsores de la recuperación del patrimonio de las tinas y barracas de viña, ofrecemos a nuestros visitantes este singular recorrido por caminos de tierra, viñedo y bosque, a lo largo del cual pueden descubrir algunas de estas singulares barracas de viña -del total de 40 que hay en la propiedad de la bodega-. Durante la ruta, nuestros visitantes podrán disfrutar también del paisaje que rodea nuestra bodega, que destaca por sus pequeñas parcelas de viñedo rodeadas de bosque. Un bosque que se expresa de forma viva en nuestros vinos, aportando unos matices únicos.
Y para finalizar el paseo y recuperar fuerzas, ¡un buen desayuno acompañado de nuestros vinos!
Muchas bodegas luchan hoy día por hacerse un hueco en el pujante sector del enoturismo, ¿qué ofrece de diferente Abadal al visitante?
Somos una bodega familiar nacida de la vocación de elaborar vinos que expresen la singularidad de su paisaje: viñedos en terrazas rodeadas de bosque, variedades tradicionales únicas -Picapoll y Mandó como principales exponentes- y suelo de arcilla con fuerte presencia de piedra. En nuestra apuesta por el territorio como camino de diferenciación e identidad, trabajamos para reafirmar la tradición vitícola del Bages con innovación y modernidad.
Con el objetivo de transmitir todos estos valores, ofrecemos experiencias enoturísticas de proximidad, contribuyendo a generar una cultura del vino y acercando al visitante al origen de nuestra esencia. ¡Experiencias de proximidad para disfrutar del vino, del paisaje, de la gastronomía y de la buena compañía! En este sentido y como reconocimiento a esta propuesta enoturística, en 2018 fuimos galardonados con el Premio de Enoturismo de Cataluña a la mejor experiencia enoturística.
¿Vuestras actividades están pensadas para familias con niños?
Los niños disfrutarán en nuestra bodega especialmente en la actividad de la Ruta de las Barracas de viña, perfecta para hacer en familia y disfrutar de un paseo por nuestros viñedos.
Tenéis diferentes propuestas para grupos, ¿en qué consisten?
Sí, adaptamos nuestra oferta para grupos, con experiencias a medida. Dos actividades que gustan mucho son la visita a la bodega con desayuno incluido y también el Wine Creation. En el Wine Creation, puedes ser enólogo por unas horas y elaborar un vino, incluso diseñando la etiqueta, y surgen momentos muy divertidos entre los equipos participantes.
Vais más allá de ser una bodega convencional, un ejemplo es el Wine Bar Abadal. ¿Qué productos podemos degustar?
En el Wine Bar queremos ofrecer a nuestros visitantes la posibilidad de degustar nuestros vinos sin necesidad de hacer la visita guiada -o después de ésta-; un rato distendido y ameno, en un entorno mágico y con los mejores vinos.
En la carta del Wine Bar se puede elegir entre cualquiera de nuestros vinos Abadal, así como algún aperitivo. También hay la posibilidad de dejarse recomendar por nuestros sommeliers y optar por un paquete degustación – como la cata Descubrimiento Abadal, la de Gamas altas, la de Vinos experimentales o la cata de Paisaje-.
Para elaborar un buen vino, ¿qué es lo más importante?
Nosotros siempre decimos que nuestros vinos nacen y se elaboran en el viñedo. El suelo -en nuestro caso, un terreno de arcilla y piedra calcárea, con la proximidad del bosque-, la altitud de los viñedos, el clima -gozamos de un clima de tipo mediterráneo con influencia continental y marcada oscilación día/noche-, el tipo de uva – en Abadal apostamos por las variedades tradicionales, combinadas con algunas de internacionales-, los cuidados en el viñedo… todos estos factores hacen que sea el propio viñedo el que determina la calidad de nuestros vinos. Trabajamos un sistema propio de viticultura sostenible, de máximo respeto con el entorno y utilizando principalmente los recursos naturales, basado en tres pilares: la ecología, la biodiversidad y el suelo.
¿Cómo han influido los efectos del cambio climático en vuestros viñedos y en general en la zona?
El cambio climático influye desde hace tiempo, ahora de forma más acelerada, pero estamos trabajando para adaptarnos a este cambio. Entre estas labores de adaptación del viñedo está el trabajo que realizamos desde hace años con las variedades tradicionales históricas, de las cuales estamos descubriendo grandes virtudes.
Precisamente una de las últimas variedades que hemos recuperado, la uva mandó, se adapta muy bien al cambio climático por su maduración tardía y su resistencia a las altas temperaturas.
¿Cómo crees que se encuentran actualmente los vinos de la D.O. Pla de Bages frente al panorama nacional?
En el Bages se elabora vino desde la época de los romanos. Antes de la llegada de la filoxera y de la revolución industrial, el Bages fue de hecho la comarca de Cataluña con más extensión de viñedos cultivados.
La creación en 1995 de la Denominación de Origen Pla de Bages supuso un nuevo empujón en la elaboración de vino en nuestra comarca. La D.O. Pla de Bages es una denominación pequeña, y relativamente joven comparada con otras, pero con mucha identidad y con vinos cualitativos que hablan de su territorio.
¿Qué planes de futuro tenéis que se puedan contar?
Profundizar más aún en la identidad de nuestra zona, tanto a nivel vitícola como de elaboración. Mediante la investigación y recuperación de variedades tradicionales, la investigación de diferentes métodos de vinificación y crianza como hormigón, arcilla, etc.