Love of Lesbian | «El cambio puede gustar o no, pero somos así. Así es Love of Lesbian»

Nos llevamos a Love of Lesbian a la cocina para hablar de su nuevo disco y de la gira que los ha llevado por toda España este verano. Son 13 canciones que desafían la superstición del número condenado. El poeta Halley (Warner Music), un disco de letras inagotables y complejas del que la banda dice que es, quizá, uno de los trabajos más maduros de su carrera.

Fueron unos de los primeros grupos independientes en destacar ante el gran público. ¿El motivo? Su forma de entender la música. Para la banda la vida es una tragicomedia en la que en sus letras cabe el humor contra las reflexiones existenciales del público indie.

Férreos amantes de la gastronomía confiesan haber aceptado propuestas cuando el destino les ha brindado una oportunidad gastronómica a gusto de su paladar. Los que podríamos llamar los indies de tres estrellas Michelin hoy se enfrentan a los fogones en las cocinas de La Patente y a las preguntas de Coolture Magazine.

Os mueve la gastronomía y la cocina hasta el punto de confirmar algunos destinos por sus restaurantes.
Oriol Bonet: Es verdad, lo que no sé es como se entera la gente. Bueno yo soy bastante activo en redes sociales. Hasta nos han llamado de restaurantes para que vayamos antes del concierto. La verdad es que nos gusta comer bien y aprovechamos los viajes para visitar y conocer restaurantes en los que podamos disfrutar de una buena mesa.
Jordi Roig: España es un país donde se come muy bien. Tenemos mucha suerte. A nosotros nos toca hacer muchos quilómetros a lo largo del año así que al llegar a una ciudad se nos despierta el olfato.
Julián Saldarriaga: Enviamos a Jordi Roig a hacer el trabajo de campo mientras nosotros nos quedamos en el coche. Él es quien se acerca al restaurante y lo valida. No suele fallar. (risas)

Y si hacemos un top 5 de los mejores.
Jordi Roig: Yo te diría El Buey o el Yakitoro Madrid.
Oriol Bonet: El Capritx de Terrassa. La granja Elena, Lasarte, Shanghai o Dos palillos, en Barcelona.
Julián Saldarriaga: La Estrella, al lado de la Estación de Francia, en Barcelona, es un lugar brutal donde ya te enamora cómo hablan.
Jordi Roig: Hay uno indiscutible, al que vamos los días de grabación, un bar de menú, el Mabel. Llevamos años como clientes y cabe decir que siempre está lleno.

El más aficionado a la cocina es sin duda Oriol Bonet, quien nos ha preparado un menú para la entrevista.
Oriol Bonet: Lo soy, me relaja y me gusta. Hoy es un lujo poder cocinar para el resto del grupo. El menú de hoy empieza con un ceviche de colirave con judías del ganxet, seguimos con un tiradito de corvina, seguido de una coca de munt amb terragada, muy típico de Terrasa, mi ciudad. Como platos principales prepararé un tartar de ternera, luego calamares rellenos y terminamos con un milhojas de patata y butifarra del perol flameadas, con guisantes. El toque dulce será un clásico: pan con aceite y chocolate. Todo acompañado por vino Afortunado.

El aroma es la puerta a los recuerdos, ¿cuáles son vuestros primeros recuerdos gastronómicos?
Santi Balmes: De la familia, sin duda.
Oriol Bonet: Por mi parte mi abuela. Ella siempre estaba cocinando.
Jordi Roig: A mí me motivó mi madre, lo hacía tan mal que tuve que espabilar. No pasa nada, ya lo sabe.
Julián Saldarriaga: Mi familia es colombiana así que el maíz es la base de la cocina allí. Yo recuerdo de pequeño sacar los granos de maíz para triturarlos y hacer pasta. Para mí era como un juego hacer arepas o empanadas. ¡Lo que es gozar como niños!

Hablemeos del disco. Tras 1999 o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna (2009) o La noche eterna. Los días no vividos (2012), llega El poeta Halley. En esta ocasión habéis escogido un título corto y fácil de recordar. Los fans lo van a agradecer.
Santi Balmes: Aquí está la linotipia del asunto. Esto va como va. Fíjate que lo primero que salió fue el título del disco, y este nos llevó a hacer canciones líricamente más expandidas. Simplemente lo hemos llevado a rajatabla. Queríamos que este disco tuviera una personalidad muy lírica, donde las letras tuvieran una importancia que en ocasiones en el mundo pop no se les da. La canción Psiconautas dura más de 9 minutos, por lo que creo que el mero hecho de escucharla ya te traslada a un concierto.
Oriol Bonet: Con este tema, Psiconautas, se construye el resto del disco. Cuando tuvimos esta canción sabíamos que teníamos El Poeta Halley. Es curioso porque teníamos un debate en lo que respecta a la duración de las canciones, pero justo en ese momento David Bowie sacó Blackstar con casi 10 minutos. Ya no había discusión.

Canciones fuera de lo común, sin estribillo y de larga duración. ¿No supone un problema en un concierto? ¿Hasta dónde llega la memoria?
Santi Balmes: ¡No me lo recuerdes! Hay ocasiones en las que no recuerdo la frase que toca hasta milésimas de segundos antes y esto te hace sufrir. Esta el maravilloso recurso del público que te acompaña, aunque estos temas nuevos aún no se los saben, pero ellos te ayudan mucho. Podríamos pensar en hacerlo más sencillo pero luego no sería Love of Lesbian.

En cocina hablamos del proceso creativo, por ejemplo, Ferran Adirà ha desarrollado elBulliLab entorno a ello. ¿Cómo es el proceso creativo de Love of Lesbian?
Santi Balmes: Esta vez ha sido a fuego lento y disfrutando mucho. Haciendo un símil gastronómico sería como cuando Ferran Adrià cerraba la temporada de El Bulli y se centraba en crear la nueva temporada. Nosotros de alguna forma hemos hecho lo mismo. Hemos meditado, y hemos reflexionado sobre dónde queremos ir.
Julián Saldarriaga: Y también muy premeditado. Tres años antes nos dijimos que teníamos que parar sabiendo que eso implicaba que no habría conciertos y en consecuencia ingresos. Buscamos un local de ensayo en el que pudriremos crear y trabajar juntos. Ha sido un trabajo a conciencia. También los conciertos y la gira es fruto de una reflexión y madurez.

¿Resultado de la experiencia?
Oriol Bonet: Sí. Entiendo que sí. Antes cuando más actuaciones mejor, pero ahora marca la calidad. El espectáculo es el que manda y dictamina donde se puede hacer. No todas las salas o escenarios sirven. Tampoco vamos a ir a grandes aforos; que nos los han propuesto.
Julián Saldarriaga: El concierto no solo desgasta cuando estás en el escenario, también en la previa y tras él, quizá por esto nos hemos vuelto más profesionales. Ahora tras el concierto descansamos. (sonríe)

¿Se puede elegir una canción?
Oriol Bonet: Hay canciones que te llenan más y otras menos, pero todas son nuestras. No es tanto la canción sino el momento o el estado de ánimo de ese momento. Sin embargo, sí te diría que no es ninguna del último disco.

Pero debería ser así. El último disco refleja el presente de la banda, lo que debería ser su mejor momento.
Oriol Bonet: Sí, cierto, pero el disco aun no es nuestro del todo. Debemos asimilar muchas canciones. Una canción debe pasar el filtro de la experiencia y de la vivencia.
Julián Saldarriaga: Y a estas canciones debes sumarles el directo y todas las experiencias que surgen alrededor de la gira. Durante mucho tiempo está viva, está en tu cabeza, en tu ordenador, pasas las demos y la grabas. Pero es verdad que existe una segunda vida, la interpretación de la gente. Para nosotros esto construye la canción de otra forma. Así que, ¿Cuándo se termina una canción? Nunca.

Habéis convertido vuestros conciertos en una experiencia completa. ¿Cómo se pasa del indie a éste giro hacia el espectáculo?
Julián Saldarriaga: Hay una tradición muy bonita en Catalunya, los joglars, o los comediants, cosas que son mucho más que teatro. Del mismo modo nosotros creímos que un concierto debía ser mucho más. Algo más que un bolo de indie, que en su momento se caracterizaba por actuar mirando al suelo con una comunicación inexistente con el público. Queríamos romper esta barrera entre el público y el escenario.
Santi Balmes: Lo llevamos a la experiencia, como en la cocina. Ahora la visita a un restaurante va más allá de la necesidad de alimentarse, hoy es una experiencia para todos los sentidos. Pues este es nuestro objetivo. La gente de alguna forma tiene que salir trasformada, para bien o para mal, pero transformada. Durante dos horas tienes una tarea casi de hipnosis con el público. Parece extraño pero es así.

Que un indie haga el salto al comercial como habéis hecho vosotros es atrevido. El público lo puede considerar como una acción de renuncia, de no-indie.
Jordi Roig: Y pasó en parte, nosotros no hemos hecho un esfuerzo en decir que íbamos hacia el mainstream, sino que el mainstream ha girado cabeza hacia nosotros. Ahora ves quiénes son los grupos que están llenando los festivales y son esos grupos indies que no vendían nada hace unos años. Todo ha confluido en cierto modo.
Santi Balmes: Creo que nosotros nos hemos puesto las pilas y hemos abierto camino como banda nacional para ocupar posiciones en estos festivales. Por supuesto el cambio puede gustar o no, con toda libertad. Pero somos así. Así es Love of Lesbian.

Entrevista: sandra Blasco
Fotografía: María Ascón
Agradecimientos: Vino Afortunado / La Patente / Deliberry.com / fangazing.com