Muspelheim. Así se conocía el reino del fuego de los antiguos dioses nórdicos, de los cuales se dice que bebían hidromiel. Es precisamente esta receta ancestral la que originó la idea y, es la mitología nórdica la que da nombre.
Muspell nace en 2012 de la idea de unos jóvenes de la provincia de Alicante que soñaron con dedicar sus vidas a su pasión. Más de cinco años se han invertido en desarrollar la receta, el proceso y la tecnología. De esta manera, se conjuga una bebida histórica, las mejores materias primas y la innovación. Hablamos con Juan Carlos Corbí, director de operaciones de Muspell, para descubrir este proyecto de productos de hidromiel.
Para elaborar un buen productoa, ¿qué es lo más importante?
En nuestro caso, hacemos hidromiel, pero un estilo que tira muchísimo hacia la cerveza, con procesos casi idénticos, lupulaciones en diferentes fases, gasificación, etc. Pero para ambas cosas, hay tres cosas imprescindibles: en primer lugar, que te encante el producto, tener pasión por el mundillo, beber tantas diferentes como puedas, prestando atención en cada sorbo a los matices. Por otro lado, es importante tener formación, sobre todo para entender qué es lo que está pasando durante cada proceso, y eso, unido a la perseverancia te va a llevar a ir elaborando cada vez un producto mejor. Por último, la parte menos bonita, necesitas ciertos recursos y el equipo adecuado. Esto es matizable, está claro que se puede hacer una buena cerveza a una escala pequeña, en casa, con cosas muy básicas, pero a nivel de micro-cervecera, el equipo necesario para poder elaborar buenos lotes de cerveza se encarece bastante. Nosotros tenemos la suerte de ser ingenieros, y gran parte del equipo lo hemos diseñado y construido nosotros mismos, abaratando mucho los costes.
¿Puedes definir en tres conceptos tu filosofía?
Tradición, innovación, y calidad
¿Crees que hay una cerveza para cada ocasión?
No sólo eso, para cada persona. Es cierto que hay cervezas que en principio van mejor para ciertos momentos, pero no hay que categorizar en exceso. La cerveza es un mundo increíble y cada uno tiene que probar y explorar esos estilos y utilizarlos como su gusto le diga que tiene que utilizarlos.
¿De dónde provienen los lúpulos que utilizáis para vuestros productos?
La mayor parte son británicos, es complicada la oferta de lúpulos en el panorama cervecero español. Además, nuestro producto al no ser cerveza es muy peculiar, y optamos por los matices de los lúpulos ingleses.
¿En qué os basáis a la hora de crear vuestras hidromiel?
Principalmente buscamos diferenciación. Aportar algo nuevo cada vez, y el resto ya es prueba y error.
¿Cómo valoras la legislación actual respecto a las cervezas artesanas?
Opino que es difícil establecer una legislación eficaz para este sector, porque es muy reciente, y está cambiando a un ritmo increíble. Hace unos años todas eran pequeñas. Ahora hay algunas que producen “cantidades industriales”, de buenísima calidad, y otras muy pequeñas, por lo que es difícil que todos estén de acuerdo. Creo que seguirá cambiando y tendrá que pasar un tiempo hasta que la legislación sea del todo adecuada a la industria.
Actualmente las grandes empresas cerveceras ocupan la gran parte del mercado de consumidores, ¿cómo pueden luchas las empresas de cervezas artesanas para hacerse un hueco importante en el mercado?
Centrando sus esfuerzos en el consumidor. En ese sentido creo que se está haciendo un gran trabajo, y cada vez más gente está conociendo la cerveza artesana, y al final son ellos los que la piden, los que harán crecer el sector. Así que hay que seguir con esas tareas de “divulgación”, con ferias, catas, eventos….
¿Qué modelo de producción y packaging utilizáis para ser respetuosos con el medio ambiente?
Por supuesto intentamos minimizar cualquier desperdicio, y reciclando todo lo posible, pero más allá de ello, nosotros que utilizamos como materia prima la miel, nos aseguramos de que se obtiene de puntos cercanos, siempre nacional, y proveedores que respeten el ecosistema apícola, extremadamente delicado. Además, estamos suscritos a organizaciones que ayudan a la protección de la abeja como Greenpeace.
¿Habéis notado alguna consecuencia del cambio climático a la hora de producir vuestros productos?
De momento la única diferencia que se hace notar para nosotros es el precio de la miel. Las abejas son extremadamente susceptibles de sufrir los cambios en el clima, así como el uso de pesticidas y la contaminación del aire y el agua. Es realmente preocupante para nuestro sector.
España es un país consumidor de cerveza, pero ¿cómo valoráis la cultura cervecera en nuestro país?
Desde un punto de vista global, España está muy lejos en cultura de cervecera con respecto a la mayoría de países europeos, y mucho más con Estados Unidos, pero creo que sería un error no tener una valoración positiva de la situación actual. España es seguramente el país del Mundo donde más arraigada ha estado la cultura ‘cervecera comercial’, y de hace diez años a aquí, ha cambiado muchísimo. Tenemos la suerte de ver como algo que parecía impensable, está pasando, y a mi entender, no creo que haya tocado techo ni mucho menos. Esperan unos años muy buenos para el sector.
¿Qué planes de futuro tenéis que se puedan contar?
Llevamos muy poquito tiempo, un año en mercado, así que, si algo tenemos, son planes de futuro. El más inminente esperamos, es el de cambiar el pequeño local de producción que tenemos por una nave en condiciones, en la que se puedan hacer visitas y catas, sería genial. Por supuesto también la expansión de la marca por todo el territorio nacional. Pero el más importante a nuestro entender, es el de llevar a cabo un plan ambicioso para dar a conocer la hidromiel al gran público., en colaboración con más gente del sector.