IMAGO se refiere a la última fase de la metamorfosis de los insectos, cuando se encuentran en una fase pre-adulta, ya totalmente formados, pero más pequeños. Los retratos de Zuza Krajewska de adolescentes en un centro de internamiento para jóvenes, examinan este periodo transitorio entre la madurez psicológica y el completo desarrollo adulto.
Estos adolescentes han sido internados debido a su incapacidad para seguir los códigos de la sociedad. Sus crímenes los habrían llevado a la cárcel, pero su juventud les ha permitido ir a un centro de internamiento para potenciar sus habilidades y, un día, ser reintroducidos en la sociedad.
Zuza Krajewska es una fotógrafa y filmmaker, graduada en la Academy of Fine Arts en Gdansk. Su trabajo se describe como una redefinición de la moda y los documentales sobre paisajes, donde las imágenes se alejan de los convencionalismos y el mainstream. IMAGO ha recorrido muchas galerías, en exposiciones en solitario y en grupo, por ejemplo, en el Griffin Art Space, Raster Gallery y Annroy Gallery en el Photo London.
Los chicos de IMAGO están atrapados entre el final de la infancia y el inicio de la edad adulta. Ellos son los residentes de un reformatorio de menores en Studzieniec, cerca de Varsovia. ¿Cómo han terminado aquí? Creciendo demasiado rápido, experimentando con trampas de adultos. Algunos fueron condenados por robo, allanamiento de morada, robo o violación. Demasiado jóvenes para la prisión, en Studizieniec intentarán ser rehabilitados, reeducados y aprender a convertirse en miembros funcionales de la sociedad.
Cuando cumplan los 18 deberán abandonar el centro y hacer su camino. Un camino difícil, sin consejeros ni terapeutas y sin las restricciones de Studizieniec, un centro aislado, rodeado de bosques y campos, sin móvil ni acceso a Internet.
El IMAGO de Zuza Krajewska está lleno de dicotomías. Por una parte, vemos jóvenes infantiles e impotentes pero que, fueron endurecidos por las vidas que llevaron. Cuerpos de niño, cuellos delgados, sin pelo pero que, lucen esa sonrisa de matón del colegio. En una de las imágenes, vemos a uno de los chicos con una mirada de entusiasmo y optimismo, en otra, un chico mira hacia atrás con los ojos diciendo “Lo he visto todo”. A pesar de sus diferencias, comparten el mismo gusto por la ropa oversized y el pelo rapado, intentando borrar el individuo a favor del grupo. Son un grupo de jóvenes lobos.
Las imágenes de Zuza Krajewska no muestran condescendencia, ni juicio por parte de la fotógrafa. Ella puede ver en estos chicos un recuerdo de sus propios errores, sus propios miedos, dudas y ansiedades. Zuza Krajewska fue a Studzieniec para encontrar a los chicos malos, para saber dónde empieza la maldad. Encontró uno, quizás dos, con esa mirada salvaje que está destinada a aterrorizarte; pero el resto eran chicos que habían heredado esta “maldad” de sus padres. Quizás, su única herencia.