Uno está rodeado de mar y el otro cara a él, Ibiza y Saint Tropez se han impuesto como dos enclaves obligatorios durante el verano. Son un punto de referencia donde todo acontece: aguas cristalinas, exclusivos clubs y rincones gourmet dominan sus calles. Cuando llega el verano, acudir a ellos se ha impuesto como una norma. Todos quieren dejarse ver y ser fotografiados en sus playas. Pero, ¿por qué éstos son los dos destinos más preciados del Mediterráneo? ¿Qué tienen para encandilar, verano tras verano, a turistas de todo el mundo? Ambos se tiñen de blanco impoluto, espíritu hippie y glamour; Eivissa y Saint Tropez tienen “ese algo especial” que las hace inmortales.
Pieza de Su población se multiplica en los meses estivales y su capacidad se pone a prueba cada año, como se puede apreciar en sus puertos; el número de barcos y su precio se multiplica durante esta temporada. En St. Tropez no hay problema para encontrar sitio en su Club Náutico, mientras que el de Ibiza no está preparado para acoger planes improvisados; hay que reservar con más de dos meses de antelación sus codiciados amarres. Y es que encontrar un punto donde fondear en estos meses termina, en ocasiones, en viaje de vuelta. Estos dos enclaves en los que sus recortadas costas se tiñen de azul turquesa y las noches empiezan en naranja atardecer han estado de moda desde los años 70.
Navegar a vela por Ibiza y sus calas, o toparte en la costa francesa con el yate de Roberto Cavalli -con Naomi Campbell a bordo- es un plan que se reserva para aquellos que quieren disfrutar de sus recónditos rincones. Otros prefieren dejarse ver en el chill out o lounge de sus exclusivos clubs, en los que los horarios no existen y los planes se exprimen hasta el amanecer. En ellos, de día se respira el ambiente hippie que se infiltra y despierta en sus terrazas y playas privadas. En el caso de Ibiza, el club más exclusivo es el hotel Ushuaïa: famoso por sus sesiones de música y fiestas en su piscina situada frente a un gran escenario. Por él han pasado los mejores DJs del mundo, como David Guetta. El francés se convirtió en leyenda gracias a las fiestas que organizaba en Ibiza. Empezó pinchando en Pacha Ibiza, una discoteca convertida en emblema de la isla. Todas estas sesiones de música se recogieron en un mismo álbum llamado F*** I’m Famous, mismo nombre con el que se ha bautizado la fiesta en la que actúa cada verano.
“Welcome to St. Tropez” es el tema compuesto por el DJ francés Antoine y que bailaron Selena Gomez y Cara Delevingne durante la inauguración de la Fundación Leonardo DiCaprio. Sus playas también han sido, durante muchas temporadas, el escenario para presentar las colecciones crucero de Chanel, recordado por ver a modelos de la talla de Anja Rubik, Karolína Kurková, Georgia Jagger y Natasha Poly llegar a la pasarela desde el mar. Mientras, la diseñadora Stella McCartney escogió Ibiza como localización para su última campaña primavera/verano 2015, en la que aparece la modelo Natalia Vodianova luciendo su colección sobre las playas ibicencas. La isla bonita fue también el escenario elegido por el director creativo de Givenchy, Riccardo Tisci, para celebrar su 40 cumpleaños. Ya se conocía, de lejos, su deseo por la isla, pero con esta celebración se confirmó. Allí se dió cita la pandilla de amigos más exclusiva: Kim Kardashian, Giovanna Battaglia, Naomi Campbell, Kate Moss y Kanye West. Pero de entre todos ellos, destacó la top por aparecer cubierta con un vestido de rejilla firmado por Marc Jacobs.
Pero si por algo son conocidas las fiestas de éstos dos destinos, es por teñirse de blanco puro. Algo característicos de ambos, es un color al que incita el verano y que te proponemos en estos dos looks que podrás encontrar en la web de Stylight.es. Y recuerda que en esta temporada del año, no hay mejor accesorio que un bronceado bonito.
