Tras su première en la Sección Oficial del 21º Festival de Málaga, la película “I HATE NEW YORK”, escrita y dirigida por Gustavo Sánchez, participará en la próxima edición del D’A Film Festival, que tendrá lugar en Barcelona entre el 26 de abril y el 6 mayo de 2018.
‘I Hate New York’ -ópera prima de Gustavo Sánchez- explora, durante diez años, la cultura trans underground de la noche neoyorquina. La película, de la que es productor ejecutivo Juan Antonio Bayona, recoge las vidas de Amanda Lepore, Chloe Dzubilo, Sophia Lamar y T De Long, cuatro mujeres artistas y activistas transgénero de la escena nocturna underground neoyorquina, que relatan en primera persona sus vivencias y sus luchas por una identidad propia.
El D’A Film Festival de Barcelona vuelve por primavera en la ciudad y del 26 de abril al 6 de mayo presentará cerca de cien títulos, con una combinación de directores debutantes y nombres consolidados, películas que han triunfado en festivales internacionales y apuntando el radar hacia las nuevas tendencias de la creación cinematográfica, incluyendo lo más nuevo que está pasando en el cine español. Diez días dedicados a la cinefília, las propuestas emergentes y de riesgo y lo mejor del cine de autor, con la posibilidad de conocer de cerca a los directores y conversar sobre sus obras.
I Hate New York
Nueva York, post 11-S: cuatro artistas trans de la escena underground –Chloe Dzubilo, Amanda Lepore, T De Long y Sophia Lamar-, desgranan frente a la cámara, de forma cruda y honesta, sus vivencias y emociones, sus anhelos de libertad y sus luchas, en un recorrido vital a caballo entre el activismo transgénero, y el mundo de la noche y los clubs.
A través de narrativas cruzadas, poco a poco se van desvelando retazos del pasado de cada protagonista. Una serie de revelaciones invitará al espectador a reflexionar acerca de la complejidad del destino y lo convertirá en cómplice de sus vibrantes relatos.
El documental desvela también la historia no explicada hasta hoy de Chloe Dzubilo, icono feminista decisivo en la defensa de los derechos civiles de la comunidad trans en los años críticos de expansión del SIDA. Sin medios técnicos ni guion, el director, Gustavo Sánchez, se adentra con una cámara doméstica en el downtown neoyorquino durante 10 años (entre 2007 y 2017).
De forma intuitiva construye una auténtica narración visual sobre la identidad y la energía de la ciudad. En particular, sobre las supervivientes de una escena artística que despunta a finales de los 80 y que empieza a desvanecerse tras el 11-S, allí donde la subcultura trans se mezcló con el punk, la música disco, la performance o el rap como vías de expresión y activismo.
Siempre en movimiento, la cámara transita ligera entre bambalinas, por angostos pasillos, escaleras empinadas o circulando en plena calle, entrando y saliendo de taxis, adentrándose en los clubs o flotando por habitaciones de hotel, cuartos de baño y camerinos, mientras capta gestos, confesiones y lapsos de intimidad nunca impostados.
La banda sonora actúa como hilo conductor esencial de la película. Una cuidada selección que incluye música de Arca, uno de los más extraordinarios artistas de la actualidad, así como del compositor ganador del Oscar, Ryuichi Sakamoto, junto a uno de los más importantes exploradores sonoros de la escena experimental internacional, Alva Noto, pasando por la icónica cantante drag Sharon Needles, y hasta por el punk-rock de Transisters, cuya historia aparece en el film.