¡Atención viajeros exigentes! La UNESCO ha declarado las Terres de l’Ebre como espacio natural y humano único en todo el mundo, otorgándole el reconocimiento de Reserva Natural de la Biosfera.
El 27 de septiembre de 2016, las Terres de l’Ebre fueron declaradas uno de los 100 mejores destinos turísticos sostenibles del mundo. La distinción, otorgada por la Asociación Internacional Global Green Destinations, reconoce el trabajo de la Mesa de Turismo de la Reserva de la Biosfera en el desarrollo de un turismo de calidad, sostenible y respetuoso con el medio ambiente y la cultura local.
Esta marca de calidad supone el reconocimiento de la comunidad internacional hacia una tierra que reúne tesoros naturales de altísimo interés y dos ecosistemas únicos en el Mediterráneo como son el Delta de l’Ebre y el Macizo dels Ports, a tan sólo 30 kilómetros de distancia entre ellos. Las Terres de l’Ebre son el segundo territorio catalán en obtener este reconocimiento, después del Parque Natural del Montseny. En 30 años, este Comité ha reconocido 610 reservas en 117 países distintos, entre las que se incluyen la Amazonia o las Cascadas del Niágara; también Doñana, Sierra Nevada o Lanzarote.
Visitas guiadas para conocer el patrimonio histórico y arqueológico de Flix
La Associació Cultural la Cana nació en 2001 con el objetivo de defender, conservar, adecuar y difundir el patrimonio histórico y arqueológico de Flix. Hacía ya tiempo, que algunos de los ciudadanos de Flix veían con preocupación como el rico patrimonio histórico de Flix estaba olvidado, y en algunos casos, en riesgo de desaparecer.
El nombre de la Cana hace referencia a una antigua medida de longitud. Actualmente, en la Plaça Major todavía existe la que utilizaban los comerciantes cuando el mercado se hacía en ese lugar. También es el nombre del río de la Cana, afluente del Ebro que desemboca en el margen izquierdo del meandro al paso por Flix.
La Associació Cultural La Cana realiza diferentes visitas que deben reservarse antes al teléfono 654 651 966 o a través del correo electrónico associaciolacana@gmail.com
Castell Nou (duración: 30 / 45 minutos. 3€)
El Castell Nou es un fortín edificado en 1874, en el transcurso de la tercera guerra carlista, bajo la protección del maestro de obras tortosino Gaetà Blanch Sebastià, y con la colaboración forzosa de los habitantes de Flix y de los pueblos de los alrededores. La fortificación fue construida en la colina más elevada del meandro para proteger un centenario paso de barca, y que no cayó hasta el final de la guerra, después de ser asaltado por las tropas del general Eduardo Gamir, el 19 de junio de 1875.
Los liberales, bajo las órdenes del comandante Bernardo Iglesias, ampliaron el fortín añadiendo la torre más grande y el muro de la fachada que mira el río, y el Castell Nou dispuso de una guarnición hasta 1885.
Desde el día 7 hasta el 15 de noviembre de 1938, el ejército republicano protagonizó una de las maniobras más importantes y menos conocidas de la Batalla del Ebro: el repliegue. Una vez el ejército franquista rompió el frente de guerra por la Serra de Cavalls el 30 de octubre, comenzó una gran maniobra táctica con el objetivo de rodear el ejército republicano en el sector de la Fatarella para aniquilarlo. Por un lado, el Cuerpo del ejército marroquí fijo el XV Cuerpo del ejército republicano en la zona de Vilalba dels Arcs y Pobla de Massaluca. Y por la otra, el Cuerpo del ejército del Maestrat concentró toda su potencia bélica a recorrer la orilla derecha del Ebro en dirección norte, conquistando rápidamente Miravet, Benissanet y Móra d’Ebre, llegando pronto a las puertas de Ascó.
Ante el empuje enemigo, el teniente coronel Tagüeña, jefe del XV Cuerpo del ejército republicano, decide iniciar un primer repliegue táctico de todos sus efectivos en el llamado “cap de pont reduït”, línea defensiva que recorría la vertiente este de la Serra de la Fatarella y bajaba por el sur de Ascó.
Pronto, sin embargo, la presión franquista se intensificó sobre la nueva línea de defensa, sobre todo en la zona de Ascó. Tagüeña se dio cuenta de que el ejército estaba llegando al límite de su resistencia y ordenó, a las 14:45h del día 15 de noviembre, el repliegue definitivo a la orilla izquierdo del río.
La XIII Brigada republicana será la que guardará el repliegue del resto de unidades, estableciendo una línea de cobertura que tendrá el Tossal de Mont-redons, en Flix, como eje de referencia. Las últimas unidades de la XIII Brigada cruzarán el Ebro sobre las 04h de la madrugada del día 16 de noviembre de 1938. A las 04:45, los republicanos destruyeron el puente de hierro de Flix y la Batalla del Ebro, la más cruenta y sangrienta de la guerra civil, tocaba a su fin después de 115 días de combate.
Los bombardeos en Flix durante la guerra civil afectaron gravemente la estructura de esta edificación, y seis décadas después de su construcción, el fortín carlista se encontraba medio derribado. Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, no fue hasta el año 2004 que l’Ajuntament de Flix inició el proceso de restauración para convertir el edificio en equipamiento actual.
Refugio antiaéreo (duración: 30 / 45 minutos. 3€)
Flix fue una de las primeras poblaciones de Catalunya bombardeadas desde el aire durante la guerra civil española. Debido a su posición estratégica durante el conflicto y de la existencia del complejo industrial donde se fabricaba cloratita (un explosivo químico), fue duramente castigada por la aviación franquista en varias ocasiones.
El primer bombardeo tuvo lugar el 23 de febrero de 1937 y causó 9 victimas mortales. En los días sucesivos, y como prevención para nuevos bombardeos, el Consell Municipal y el Comitè de Control de la Societat Electroquímica de Flix (SEQF) acordaron la construcción de varios refugios, tanto en el casco urbano como en los terrenos de la SEQF. En total, en Flix se construyeron nueve refugios antiaéreos, todos con un sistema constructivo similar excepto el que está situado dentro de la fábrica, más complejo que el resto y del que se conserva un mapa en alemán.
Mas tarde, durante la batalla del Ebro, se construyó otro refugio a la altura de la barca que había en el “río de arriba” (justo debajo del Castell Nou) con motivo de la construcción del puente de hierro para que los pontoneros se pudieran esconder durante los constantes bombardeos que hubo sobre esta infraestructura en el transcurso de la batalla.
Actualmente los diez refugios que hay en Flix se encuentran en diferentes estados de conservación. El de la calle Sant Josep – Placeta de la Música, es el que está mejor conservado, por lo que se ha podido musealizar. El espacio se extiende unos sesenta metros y tiene un tramo revestido de hormigón. Actualmente está equipado con varios paneles que explican cómo se vivió la guerra civil en Flix y se pueden ver diferentes objetos de aquella época expuestos. Además, dispone de un sistema audiovisual que hace de la vista al refugio toda una experiencia.
Molí d’Oriol (duración: 30 / 45 minutos. 3€)
El molí d’Oriol es un molino de aceite de prensas de viga que ya se menciona en documentos fechados los años 1400, 1511 y 1624. Hasta el siglo XVIII esta construcción se conoce como el “molino del aceite”.
La inscripción sobre la antigua puerta de la fachada principal recuerda que se amplió el molino con una tercera prensa en 1789, dos años después de la gran riada de 1787, coincidiendo con un periodo de expansión agraria y de la producción del aceite destinada a la exportación. No mucho tiempo después, se volvió a ampliar la capacidad productiva del molino con una cuarta prensa.
La superposición de unidades estratigráficas sugiere un cambio en la actividad que se desarrollaba en el molino, posiblemente motivado por la electrificación del municipio y por los avances tecnológicos en materia de prensas. Parece que hasta 1907 una parte del edificio siguió funcionando como molino de aceite, aunque unos años antes ya tuvieron lugar importantes transformaciones estructurales cerca de la entrada principal, donde se construyeron dos almazaras destinados a la producción de vino.
Casco Antiguo (duración: 30 / 45 minutos. 3€)
En esta visita descubriremos el fresno de Flix, un árbol emblemático que es el símbolo principal del escudo de la vila. Este ejemplar centenario fue plantado para señalar el lugar donde llegó el agua durante la gran riada del Ebro del mes de octubre del año 1907, cuando el río subió más de nueve metros por encima de su nivel habitual. Otras riadas importantes fueron las de 1617 y 1787, donde el agua también entró dentro de la iglesia.
También visitaremos la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. A partir del año 1154, Ramon Berenguer IV comenzó la conquista de la Catalunya nueva, es a partir de esta fecha que se empieza la construcción de la iglesia de Flix. La primera iglesia, más estrecha que la actual, se cree que tenía todo el techo con una bóveda de cañón. Más tarde comenzaron a construir la iglesia actual que se terminó a comienzos del siglo XVII y aún se conserva una parte de la antigua iglesia. No había campanario, tenía una espadaña con cuatro campanas.
Aunque presenta una mezcla de estilos está considerada de estilo gótico tardío. El altar mayor era de estilo barroco, con figuras y muchos ornamentos y fue destruido durante la guerra civil; en 1939 se reconstruyó, pero mucho más sencillo.
Durante la guerra civil la iglesia fue convertida en un mercado, el suelo se llenó de tierra para nivelarlo con la plaza y también durante la guerra se derrumbó parte de la fachada que se reconstruyó en 1958 respetando parte del modelo antiguo.
Fachadas fluviales (duración: 120 minutos. 6€)
La gran cantidad de fortalezas, castillos, torres de vigilancia y defensa existentes en los bordes del Ebro dan testimonio de la importancia del control de la navegación por el río más importante de la península ibérica. Hay que tener presente que las naves que surcaban el río lo hacían con muchas dificultades, estiajes y riadas, azudes y otras construcciones hacían que la navegación fluvial sufriera altibajos constantes.
Aragón siempre quiso tener una salida al mar y muchos de los proyectos de navegación tienen que ver con esta voluntad. El año 1852 se constituyó la empresa Real Compañía de canalización del Ebro, que construyó diferentes presas y canales. La esclusa de Flix se terminó en 1858 y comenzaron a navegar por el Ebro cuatro barcos de vapor y a funcionar para el público todas las esclusas y derivaciones construidas por la compañía. Funcionó hasta el año 1947, cuando se inauguró el salto de Flix y entró en funcionamiento su esclusa, más pequeña, pero en activo aún hoy en día.
Colonia industrial (duración: 120 minutos. 6€)
Los orígenes de la factoría electroquímica de Flix, conocida coloquialmente como “la Fábrica”, los encontramos en 1897 cuando un grupo de industriales españoles, alemanes y suizos decidieron asociarse para constituir la Sociedad Electro-Química de Flix (SEQF), la primera empresa de España y la tercera de Europa en aplicar electricidad en el proceso de fabricación del cloro.
Desde el mismo momento en que se creó la SEQF se tuvo en cuenta la posibilidad de instalar una colonia industrial en el entorno del complejo químico. La consolidación de la factoría de Flix como una de las plantas químicas más importantes del país y la presencia de personal técnico extranjero, acentuaron este proyecto. Así pues, a partir de los inicios del siglo XX la Fábrica comenzó a adquirir terrenos cercanos a sus instalaciones para poder construir todas las infraestructuras necesarias.
La colonia industrial de Flix se construyó en las afueras de la población, al lado de la factoría química. Como el resto de las colonias industriales, contaba con un conjunto de edificios que ocupaban una parte de los terrenos que la empresa no utilizaba y que constituían un verdadero núcleo cerrado en sí mismo. La colonia disponía de una serie de equipamientos que facilitaban la autosuficiencia de sus habitantes, permitiéndoles realizar las funciones más básicas sin tener que salir del ámbito colonial. Con ello se conseguía, por un lado, mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, pero también evitar el contacto de estos con los movimientos sindicalistas locales, asegurándose así el control de la empresa y la docilidad de la masa obrera.
La colonia de Flix, que adquirió desde el principio un marcado carácter germánico, vivió dos etapas constructivas. La primera se llevó a cabo entre 1907 y 1936, mientras que la segunda etapa se corresponde con la reconstrucción de la colonia una vez finalizada la guerra civil y se extiende hasta la década de los sesenta. Hoy en día todavía tiene algunas partes habitadas y se pueden ver muestras significativas de arquitectura y urbanismo muy singulares.
Recreación del final de la batalla del Ebro
Cada año en el mes de noviembre tiene lugar en Flix la recreación histórica del final de la batalla del Ebro. Efectuada en la zona del paseo, durante el recreo se pueden ver escenificados los últimos instantes de este episodio de la guerra civil, cuando los contingentes de las tropas de la Segunda República en retirada, acompañados de civiles, cruzan el Ebro por Flix, mientras se producen los últimos combates entre los que se quedan para cubrir esta maniobra y el ejército franquista.
Flix fue el lugar donde se produjo la retirada y donde se concentraron todas las fuerzas republicanas para volver a travesar el río hacía Catalunya una vez aguantaron lo que pudieron contra el ejército franquista. Fue entre el 15 y el 16 de noviembre de 1938 cuando los republicanos cruzaron el río Ebro, bajo las órdenes del teniente coronel Tagüeña. Un episodio precedido días antes por el ataque del ejército franquista a las tropas republicanas que se encontraban en la Serra de Pàndols y que ponía fin a más de un centenar de días de combate. La Batalla del Ebro fue una de las más cruentas de la Guerra Civil Española.
El turismo cultural de Flix nos ofrece muchas opciones para los amantes de la historia, podremos descubrir el paso de los Carlistas, la Guerra Civil y la Batalla del Ebro, la Guerra dels Segadors, la navegación en el siglo XIX, su patrimonio industrial y sus poblados íberos. Así como un patrimonio natural espectacular como la Reserva Natural de Seves i el Meandre de Flix, en el marco del impresionante Ebro. Para ampliar información no dudéis en visitar el blog de Turismo Cultural de Flix.