El aceite de CBD, uno de los remedios naturales más populares entre todas las generaciones, y con mucha razón. Y es que el CBD, un compuesto químico en la planta Cannabis Indica, tiene un sinfín de aplicaciones terapéuticas y es usado no solo como tratamiento para condiciones médicas tanto leves como más serias, sino que es usado por gente sana para mejorar su calidad de vida.
En la actualidad, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que el CBD no causa ningún daño al cuerpo y que tiene una capacidad increíble como medicina natural. Son muchos los estudios científicos sobre el CBD que confirman los grandes beneficios que nos aporta.
El aceite de CBD, uno de los remedios naturales más populares entre todas las generaciones, y con mucha razón. Y es que el CBD, un compuesto químico en la planta Cannabis Indica, tiene un sinfín de aplicaciones terapéuticas y es usado no solo como tratamiento para condiciones médicas tanto leves como más serias, sino que es usado por gente sana para mejorar su calidad de vida.
La gran ventaja de los aceites portadores CBD son que hay una gran concentración de CBD y son muy fáciles de consumir. Además, estos aceites suelen ser incoloros e inodoros, por lo que los podremos consumir sin ningún problema.
El uso del CBD como opción para el dolor, ha ido creciendo a medida que conocemos sus beneficios. Una de las dudas más habituales es cómo tomar el aceite CBD. Los expertos recomiendan tomarlo de forma sublingual, ya que surtirá efecto más rápido.
Beneficios para la salud
Antioxidante
El CBD o Cannabidiol activa los receptores de nuestro sistema Endocannabinoide. Suma a esto que el Aceite de Cáñamo derivado de sus semillas, es rico en ácido fenólico y vitamina E y ya tendrás el “combo” perfecto.
Calmante
Tiene un gran poder antinflamatorio y ayuda a reducir y atenuar las irritaciones e inflamaciones de la piel. Es especialmente beneficioso en pieles sensibles, grasas o con tendencia al acné, eczemas o psoriasis.
Hidratante
Porque además del CBD extraído de las flores, encontramos que, a partir de las semillas del Cáñamo, se obtienen casi un 85% de los ácidos grasos esenciales que necesita nuestro organismo. Particularmente, ácido alfa-linolénico (Omega 3) y ácido linoleico (Omega 6), además de ácido gamma-linolénico y ácido esteardónico. Se trata de un activo súper nutritivo que además regula la producción de grasa y ayuda a mantener el equilibrio en la epidermis.
Relajante
Actúa directamente sobre los receptores Cannabinoides de nuestro sistema nervioso central. A nivel molecular, el CBD es muy similar a los Endocannabinoides que produce el organismo por sí mismo. Esto le aporta esas propiedades relajantes y calmantes, ayudando a reducir la ansiedad y mejorando el estado de ánimo.
Una planta sostenible
El Cáñamo o “Hemp” es una de las plantas más sostenibles que existen y una de las más cultivadas por la humanidad. De sus semillas se obtiene el aceite comestible o para aplicación cutánea, de las flores el principio activo del CBD o Cannabidiol y del tallo, las fibras. Es una planta que crece rápido, no requiere mucha agua y además, revitaliza el terreno en el que se cultiva, mejorando la calidad del suelo.