Pese a su reducido tamaño, el territorio de Escocia esconde innumerables tesoros: cielos inmensos, paisajes solitarios, una naturaleza espectacular y excelente marisco.
En Escocia se hallan algunas de las zonas vírgenes más extensas de Europa Occidental. Se trata de un paraíso natural que permite observar el vuelo de las águilas reales sobre los lagos y las montañas de las Highlands septentrionales, las nutrias jugar con las algas de las Hébridas Exteriores y los rorcuales aliblancos abalanzarse sobre los bancos de caballa de las costas de Mull.
© Pep Trias
En Escocia los recuerdos del pasado impregnan cada rincón; no hay más que ver los páramos donde en un día se libraron batallas. Cientos de castillos, desde las sencillas e imponentes torres de Hermitage y Smailholm hasta las hermosas fortalezas con matacanes de Caerlaverock y Craigmillar, dan testimonio de la turbulenta historia del país.
Ya sea la poesía de Robert Burns, la ficción criminal de Ian Rankin o las canciones de Emeli Sandé, la cultura de Escocia es tan apreciada en el mundo como el whisky y el tartán. Sin embargo, nada es comparable a leer los poemas de Burns en su pueblo natal o disfrutar de una novela del inspector Rebus en el Edimburgo de Rankin.
En museos como el Kelvingrove de Glasgow, el Discovery Point de Dundee y el Maritime de Aberdeen se recuerda la influencia que los artistas, ingenieros, exploradores, escritores e inventores escoceses ejercieron en el mundo.
TIERRA DE CASTILLOS: 10 CASTILLOS DE OBLIGADA VISITA
Los conflictos que forman parte de la agitada historia de Escocia han dejado un legado de baluartes militares por todo el país, desde los castillos fronterizos contra las incursiones inglesas hasta las fortalezas insulares que controlaban los mares para los señores de las islas. Aquí os dejamos 10 castillos de obligada visita:
Castillo de Edimburgo
El castillo de Edimburgo ha desempeñado un papel central en la historia escocesa como residencia real y como fortaleza militar. La última contienda militar del castillo fue en 1745; desde entonces y hasta la década de 1920 fue la base principal del Ejército británico en Escocia. Los inquietantes riscos negros de Castle Rock, que se alzan al oeste de Princes St, constituyen la razón de la existencia de Edimburgo. Esta colina rocosa era la cumbre más fácil de defender de la ruta invasiva entre Inglaterra y el centro de Escocia; ruta que recorrieron incontables ejércitos, desde las legiones romanas de los ss. I y II hasta las tropas jacobitas de Carlos Eduardo Estuardo en 1745.
Castillo de Stirling
© Pep Trias
Controlar Stirling equivale a dominar Escocia. Por ello, aquí han existido todo tipo de fortalezas desde la Prehistoria. Las comparaciones con el castillo de Edimburgo son inevitables, pero muchos opinan que el de Stirling tiene más carácter. Si se suman su ubicación, su arquitectura, su importancia histórica y sus imponentes vistas, el resultado es una experiencia inolvidable. El castillo actual se erigió entre los ss. XIV y XVI y sirvió de residencia a los monarcas Estuardo. Lo más destacado es el fabuloso Palacio Real, que se ha restaurado recientemente para dejarlo como cuando Jacobo V encomendó su construcción a albañiles franceses para impresionar a su esposa, y a otros reyes europeos.
Culzean Castle
© Pep Trias
El Culzean Castle es una de las casas solariegas más impresionantes de Escocia. Se entra por un curioso viaducto y conforme uno se acerca, el astillo parece un espejismo flotante. Concebida por Robert Adam, esta mansión del s. XVIII se encarama a pico sobre un acantilado. Se cuenta que en el dormitorio de lord Cassillis se aparece el fantasma de una dama vestida de verde, que se lamenta por un hijo perdido. Hay además dos casas de hielo, un estanque con cisnes, la recreación de un invernadero victoriano y un parque con ciervos.
Elian Donan
© Pep Trias
El castillo se encuentra a la entrada de Loch Duich y es uno de los castillos más evocadores y fotografiados de Escocia. Se levanta sobre una isleta unida a tierra mediante un puente de piedra. El castillo se levantó a comienzos del s. XIII para el clan Mackenzie, pero quedó reducido a escombros en 1719 durante el bombardeo de los barcos ingleses contra los jacobitas en la batalla de Glenshiel. Fue reconstruido entre 1912 y 1932 por los Macrae, a quienes hoy pertenece. Es famoso por ser uno de los castillos de Braveheart y James Bond.
Hermitage Castle
La “cárcel del valle más sangriento de Gran Bretaña”, Hermitage Castle encarna la brutal historia de las Borders escocesas. Desolado pero altivo, con sus robustas murallas de piedra, el castillo parece más una guarida de orcos que una casa de la nobleza escocesa, y es una de las ruinas más lóbregas y conmovedoras de Escocia. De gran importancia estratégica, el castillo fue escenario de muchos sucesos oscuros y tratos sucios con los invasores ingleses. En 1338, sir William Douglas encarceló aquí a su enemigo sir Alexander Ramsay y lo dejó morir de hambre.
Cowdor
El Cawdor, es uno de los castillos más románticos en las Highlands, vinculado a la tragedia de Macbeth, algo imposible pues esta casa-torreón es del siglo XIV, mucho tiempo después de los hechos que inspiraron a Shakespeare su obra. La leyenda de su construcción, cuenta que el conde de Cawdor cargó un asno con un cofre lleno de oro y lo dejó caminar a su aire. El asno se paró a descansar debajo de un árbol y allí comenzó a construir su castillo el conde. En mitad de una oscura sala en la planta baja de la torre, hay acebo que según los estudios que se le han realizado, murió por falta de luz en el 1372. En la mitología el acebo fue uno de los siete árboles sagrados del bosque celta.
Balmoral
Es una gran mansión situada en Aberdeenshire, convertida en residencia real en tiempos de la reina Victoria I. Actualmente es la residencia veraniega de Isabel II. La primitiva construcción de 1390, fue demolida en 1856 cuando estuvo terminado el actual edificio. Cuando en 1848 la reina Victoria entró por primera vez en la casa, la encontró “pequeña pero bonita”, y escribió en su diario que: “Todo parecía respirar la libertad y la paz, y para hacer olvidar al mundo y sus tumultos tristes”. Victoria y Alberto mostraron aquí también su interés por el arte y la cultura, numerosos pintores estaban empleados en Balmoral, como Edwin Landseer y Charles, Carl Haag, William Wyld, William Henry Fisk, y muchos otros, llegando a establecer una biblioteca de préstamo. La noticia de la muerte de Diana de Gales el 31 de agosto de 1997 en París, es fue comunicada a sus hijos en este castillo, donde pasaban unos días de vacaciones con su abuela, la reina Isabel.
Glamis
© Pep Trias
Es un castillo señorial escocés de manual, repleto de torretas y almenas. Residencia real desde 1372, es el hogar de los duques de Strathmore y Kinhorne; la reina madre pasó su niñez en Glamis y allí dio a luz a la princesa Margarita. Sus pasillos están muy animados, por ellos deambula Lady Glamis, que murió en la hoguera por bruja, de vez en cuando se cruza con una anciana que lleva siglos arrastrando un fardo. El Conde Beardie, se pasa las noches blasfemando y pateando en su eterna partida de cartas con el mismísimo diablo, -tiene una condena por blasfemo-. Además, este castillo tiene un horrible secreto: “el horror de Glamis”. Un heredero deforme que ocultaron por vergüenza y lleva gritando unos cuantos siglos. No es de extrañar con este ambiente que el mismísimo Shakespeare recreara en una de sus salas el asesinato del rey Duncan en la obra Macbeth.
Dunnotar
Tras un agradable paseo por los acantilados al sur del puerto se llega a las espectaculares ruinas de este castillo, repartidas por un verde promontorio situado 50m sobre el mar. Es un paraje de lo más espectacular y fue escenario del Hamlet de Zefirelli. Hogar de algunos fantasmas, es un estratégico baluarte testigo de las Guerras de Independencia del siglo XIV y lugar de inspiración para escritores, pintores y cineastas por su evocador e impresionante enclave junto a los acantilados. Guarda valiosos secretos de la historia de Escocia. Personajes como William Wallace, María I de Escocia, o el Marqués de Montrose, lo habitaron alguna vez.
Craigievar Castle
Es un magnífico ejemplo del estilo señorial escocés que ha sabido permanecer casi intacto desde su construcción el s. XVII. La mitad inferior es una casa normal, la superior presenta torretas con ménsulas, cúpulas y almenas.
NATURALEZA DE CONTRASTES
© Pep Trias
Escocia es famosa por sus paisajes pero la Isla de Skye se lleva la palma. Cada rincón es un regalo para la vista, desde los escarpados montes Cuillin, las curiosas formas del Old Mano f Storr y el Quiraing hasta los imponentes acantilados de Nesti Point.
Pese a que quedan a menos de 1h en coche del ajetreo de Glasgow, las hermosas y lomas de Loch Lomond abarcan una zona espectacular en pleno corazón del parque nacional más importante de Escocia. En el sur tiene varias islas y sus orillas están cubiertas por un manto de campánulas, pero se va estrechando hacia el norte hasta convertirse en una especia de fiordo con montes de 900m.
© Pep Trias
Lagos de un gris azulado titilan reflejando el cielo; bosques de maderas noble visten las colinas; valles majestuosos se abren paso hasta los rincones más remotos de la naturaleza; y los salmones remontan el río hasta el lugar que los vio nacer… En Perthshire, el corazón del país, las flores embellecen pintorescos pueblos, las destilerías emanan aromas irresistibles de malta y las ovejas pastan en prados de un verde intenso.
La belleza inunda todo el territorio de las Highlands, pero la zona noroeste destaca sobre el resto. La carretera costera de Durness a Jyle of Lochalsh ofrece vistas sensacionales en cada curva; las montañas de Assynt, la belleza de Torridon, los acantilados del cabo Wrath…
Glen Cloe es el valle más famoso de Escocia y combina las dos características que definen a las Highlands: unas vistas sin iguales y una historia singular. El valle es tranquilo y hermoso, y cuesta creer que aquí acaeciera la despiadada masacre del clan de los MacDonalds a manos de los soldados de los Campbell en el s. XVII. Algunas de las rutas más bonitas, como la del Lost Valley, fueron utilizadas por los supervivientes en su huida, aunque muchos perecieron en la nieve.
© Pep Trias
Para mitigar la resaca del whisky, nada mejor que pasear sintiendo la brisa marina, y en Escocia abundan playas vírgenes. En la costa occidental concretamente hay varias de arena blanca y agua turquesa que podrían compararse con las del Caribe… si no fuera por el clima.
Un camino secundario que sale hacia el este desde Thurso cubre los 13km que hay entre el pueblo y Dunnet Head, el cabo más septentrional de la isla de Gran Bretaña, desde donde pueden admirarse los imponentes acantilados del estuario de Pentland, las islas Orcadas, focas tomando el sol, las aves acuáticas que anidan más abajo y el faro que construyó el abuelo de Robert Louis Stevenson.
Los 111km que separan Durness y Ullapool son quizá los más espectaculares de Escocia. El panorama es tan hermoso que resulta casi abrumador. Al salir de Durness se atraviesa un ancho valle de brezos dominado desde el sureste por los imponentes montes Foinaven y Arkle. Más adelante, el manto de brezos se convierte en un paisaje rocoso de gneis lewisiano, salpicado por cientos de lagunas. Esta zona da paso a unas colinas cubiertas de tojos que constituyen la antesala de los imponentes montes de arenisca de Assynt y Coigach, en Torridon, entre los que destacan el curioso Suilven, el Quinag y el Stac Pollaidh.
Escocia es uno de los lugares más indicados de Europa para observar fauna marina como rorcuales aliblancos y marsopas. Además, el estuario de Moray alberga una población de delfines nariz de botella. También es común el tiburón peregrino, que puede llegar a los 12m de longitud y es el pez más grande de estas aguas.
Escocia es un santuario para todo tipo de especies animales pero las ciudades costeras de las Islas Shetland se llevan la palma. Desde su llegada a finales de la primavera hasta el alboroto que causan en pleno verano al alimentarse, las enormes colonias de alcatraces, araos, frailecillos y gaviotas de Hermaness, Noss y Sumburgh Head constituyen una experiencia ornitológica impresionante.
BUSCANDO A NESSIE
Profundo, oscuro y angosto, Loch Ness se extiende a lo largo de 37km entre Inverness y Fort Augustus. Sus gélidas aguas han sido exploradas infinidad de veces en busca de Nessie, el escurridizo monstruo.
El folclore de las Highlands abunda en historias de criaturas extrañas que viven en lagos y ríos, como ocurre con el kelpie (caballo de agua), que conduce a los incautos viajeros a su perdición. Pero el uso del término monstruo es relativamente reciente, hay que buscar sus orígenes en un artículo publicado el 2 de mayo de 1933 en el Inverness Courier y titulado “Extraño espectáculo en Loch Ness”.
© Pep Trias
La prensa londinense se hizo eco de la historia y aquel año se desencadenó una fiebre de avistamientos, entre ellos el célebre encuentro en la tierra firme con un matrimonio de turistas londinenses, los Spicer, el 22 de julio de 1933.
Los periódicos de Londres no pudieron resistirse. En diciembre de 1933 el Daily Mail envió a Marmaduke Wetherall, un director de cine aficionado a la caza mayor, para que diera con el monstruo. En unos días encontró huellas de reptil en el fango de la orilla (pronto se supo que las habían dejado con la pezuña de un hipopótamo disecado). Después, en abril de 1934, apareció la famosa fotografía del “monstruo de cuello largo”, tomada por el coronel Kenneth Wilson, un cirujano de Harley St con reputación supuestamente intachable. La prensa se volvió loca y el resto, como suele decirse, es historia.
Pero en 1994, Christian Spurling, de 90 años de edad e hijastro de Wetherall, manifestó que la foto más famosa que existe de Nessie había sido en realidad un montaje urdido por su padrastro con ayuda de Wilson y por contradictorio que parezca, el investigador que desveló la falsedad de la foto del cirujano sigue creyendo a pies juntillas en la existencia del monstruo.
Sea como fuere, no puede negarse que la singular pseudoindustria organizada desde aquel memorable verano de hace tres cuartos de sigo en torno a Loch Ness y su misterioso habitante sí que constituye un espectáculo.
EDIMBURGO, HISTORIA Y CULTURA
Edimburgo es una ciudad que pide ser explorada. Desde las bóvedas y los callejones que pagan el Old Town hasta las aldeas urbanas de Stockbridge y Cramond, está repleta de rincones curiosos que tientan al caminante para que ande siempre un poco más. Y cada esquina revela estampas repentinas y vistas inesperadas; colinas verdes bañadas por el sol, peñascos rojizos o un destello azul del lejano mar.
Pero Edimburgo no se limita al turismo, tiene buenas tiendes, excelentes restaurantes y un sinfín de bares. Es una ciudad de pubs y conciertos improvisados, de alocados clubes y de fiestas que duran toda la noche, de las que se regresa al albo caminando por las calles adoquinadas. Y todo esto se multiplica en agosto, que es época del Festival Fringe y parece que medio mundo converge en Edimburgo.
Los principales puntos de interés de la ciudad se hallan en el centro, en la Royal Mile del Old Town y alrededores, entre el castillo y Hoylrood, y en la New Town donde encontramos el Castillo de Edimburgo, la Camera Obscura, la Catedral de San Giles, el National Museum of Scotland. La gran excepción es el yate real Britannia, que se halla en el remodelado barrio portuario de Leith.
Si uno se cansa de hacer turismo, puede ir a pasear por los elegantes barrios de Stockbridge y Morningside, a la bonita aldea ribereña de Cramond o por los sinuosos senderos de Calton Hill y Arthur’s Seat.
Princes Street es una de las calles comerciales más espectaculares del mundo. Construida solo por el flanco norte, recibe el sol en verano y ofrece amplias vistas de Princes Street Garden, el castillo y el perfil urbano de Old Town.
El Royal Botanic Garden es el segundo jardín botánico más antiguo de Gran Bretaña y uno de los más respetados del mundo. Cuenta con 28 hectáreas de preciosos paisajes que incluyen espléndidos invernaderos victorianos, coloridos parterres de rododendros y azaleas y un jardín de rocas mundialmente famoso. El nuevo centro de visitantes se halla en un impresionante edificio ecológico experimental frente a la entrada principal y ofrece exposiciones sobre biodiversidad, cambio climático y desarrollo sostenible, también muestras de plantaras raras de la colección y un jardín de biodiversidad creado especialmente.
GLASGOW, DONDE LA MÚSICA SE VIVE
Conciliando sofisticación y sencillez, la mayor ciudad escocesa ha evolucionado en las dos últimas décadas hasta convertirse en una metrópoli fascinante. A primera vista, la belleza sobria de sus edificios victorianos – legado de la riqueza generada en su día como centro productivo y comercial- trasluce un aire de seriedad. Pero no: aquí se prodigan bares estilosos, restaurantes de primera, clubes hedonistas y una de las mejores escenas de música en directo del Reino Unido.
Pero Glasgow también tiene mucho que ofrecer de día. Es un excelente destino de compras, tanto si se buscas moda italiana como prendas de segunda mano, y además cuenta con una magnífica oferta de museos y galerías de nivel. Los sublimes diseños de Charles Rennie Mackintosh tachonan la ciudad, orgullosa, a su vez, de un patrimonio industrial presentado con tintes innovadores. Y el río Clyde, tradicionalmente asociado a la cara inhóspita Glasgow, es hoy un símbolo del renacimiento que está experimentando.
Muy dañado tras sufrir un incendio en el 2014, la Glasgow School of Art, el edificio más destacado de Charles Rennie Mackintosh aún cumple su función primigenia de modo que para llegar basta con seguir el continuo flujo de alumnos colina arriba. Se trata de uno de los mayores hitos arquitectónicos de Glasgow y especialmente se le ha incorporado la School of Design, un espectacular edificio verde glaciar, obra de Steven Holl, situado enfrente; una combinación que, aun siendo arriesgado, funciona.
The Lighthouse, el primer edificio de Mackintosh, diseñado en 1893, fue la vanguardista sede del diario Glasgow Herald y hoy funciona como Centro de Arquitectura y Diseño de Escocia y tiene exposiciones temporales, además del Mackintosh Interpretation Centre, un detallado recorrido por su vida y obra. Desde la planta superior del faro se contempla una estupenda panorámica sobre los tejados y agujas del centro.
Uno de los aspectos más llamativos de la visita al jardín botánico es el modo en que el ruido de Great Western Rd se desvanece al adentrarse entre el arbolado que abraza el río Kelvin, repleto de especies tropicales que aguardan ser descubiertas. El Kibble Palace, una espléndida estructura victoriana de hierro y cristal de 1873, es uno de los invernaderos más grandes del país.
EDINA TOURS, UNA EXPERIENCIA ÚNICA EN ESCOCIA
Edina Tours tiene sede en Edimburgo y está formado por un grupo de hispanohablantes que nos ofrecen servicios de calidad para disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer Escocia. A la hora de elegir una empresa para poder disfrutar de unas vacaciones inolvidables es muy importante que esté formada por profesionales. En Edina Tours cuentan con un grupo de guías de turismo profesionales especialistas en Escocia y con amplia experiencia en el sector turístico del país. A través de sus excursiones podemos visitar los rincones más bonitos y conocer su cultura, sus costumbres y sus tradiciones, todo esto en grupos reducidos.
Con un trato cercano y personal, tenemos a nuestra disposición sus guías profesionales para poder pasar unas vacaciones en Escocia inolvidables: tours en Edimburgo, visitas guiadas en Glasgow, escapadas a la Isla de Skye, ruta a las Islas Orcadas, viajes organizados en Escocia durante una semana, senderismo y viajes autoguiados entre otras muchas opciones.
Tours a pie
Uno de los mayores placeres de visitar una ciudad, es conocerla a fondo. Gracias a los tours a pie que nos ofrecen Edina Tours podremos no sólo apreciar la belleza de Edimburgo o Glasgow sino también conocer sus historias y anécdotas.
Excursiones en Escocia
Edina Tours pone a nuestra disposición una gama de excursiones de un día para poder conocer la parte de Escocia que elijamos. Las excursiones comienzan en Edimburgo pero también nos ofrecen excursiones saliendo desde otras ciudades e incluso poder hacer una excursión a medida con un itinerario personalizado.
Las excursiones siempre son en grupos reducidos de máximo 8 viajeros y nos ofrecen la posibilidad de visitar el Lago Ness y las Tierras Altas, Stirling y el Lago Lomond, St Andrews, Dunfermline y Culross, las abadías de Escocia y la Capilla Rosslyn, Tantallon y North Berwick, el castillo de Harry Potter, Glasgow, Doune y acabar la visita en una destilería de whisky.
Viajes por Escocia
Gracias a su larga experiencia, Edina Tours nos ofrecen viajes organizados para que nosotros no nos tengamos que preocupar de nada. Ofrecen viajes completos por todo el país, sacando el máximo partido en cada de sus propuestas. Podremos descubrir Escocia en 8 días, hacer un viaje a la Isla de Skye durante tres días, buscar a Nessie durante dos días, conocer las Islas Orcadas o hacer nuestro propio viaje privado y a medida.
Os recomendamos visitar su web para poder ampliar la información, así como encontrar diferentes consejos a la hora de viajar a Escocia y leer su blog para descubrir todas las posibilidades que nos ofrece Escocia.