La Bodega Madrid Romero es un proyecto familiar situado en El Paraje Natural Protegido de El Valle de El Carche, en Jumilla, tierra de vinos. Rosa Ana Madrid Romero es la propietaria de Bodega Madrid Romero y tras más de 20 años dedicada al periodismo decidió poner fin a esta etapa. Empezó a cursas los estudios de Viticultura y Enología para empezar a vivir otra de sus grandes pasiones: el mundo del vino.
Para elaborar un buen vino, ¿qué es lo más importante?
Hacer un buen trabajo en el campo, en el viñedo. Nosotros realizamos todos las labores a mano y analizamos la tierra y el agua todos los años para ver las carencias que tiene y qué necesita el viñedo.
Vuestros viñedos están situados en el Paraje Natural de El Valle de El Carche, en Jumilla. ¿Qué particularidades os da el territorio en vuestros productos?
No solo la Sierra del Carche, justo detrás de la bodega se encuentra la Sierresica de En medio y eso hace que se cree un microclima en el viñedo. Además, toda la parte de arriba de la tierra del viñedo es de piedra y eso hace que guarde la humedad de la noche y las plantas tengan menos estrés hídrico.
¿Cómo han influido los efectos del cambio climático en vuestros viñedos y en general en la zona?
No solo influye en nuestros viñedos sino en toda la agricultura de todo el mundo. En consecuencia, se adelanta la época de vendimia porque no hay cambios bruscos de temperatura del invierno a primavera. Es decir, todas las etapas de la vid se adelantan sin haber casi parada invernal que es cuando se realiza la poda.
Muchas Bodegas luchan hoy día por hacerse un hueco en el pujante sector del enoturismo, ¿qué ofrece de diferente la Bodega Madrid Romero al visitante?
Ofrece experiencias, sensaciones, emociones…. Nuestras enoexperiencias son únicas e irrepetibles, van mucho más allá de una simple cata de vinos. Y por supuesto, están muy ligadas a lo gastronómico, al maridaje perfecto, que no es otro sino cómo te sientas y qué te apetezca en cada momento.
Nos distinguimos por un trato familiar, abrimos las puertas de nuestra casa al visitante y como tal queremos que se sienta. Nuestro objetivo es llegar a formar parte de sus vidas a través de su corazón.
Vais más allá de ser una bodega convencional y os definís como bodega gastronómica. ¿Qué platos se pueden disfrutar en vuestro restaurante?
Este es el culmen de nuestras enoexperiencias, para quien desee ampliar su cata Gourmet, existe la posibilidad de disfrutar de un menú degustación maridado por nuestros siete vinos.
Ofrecemos cocina fusión, donde la cocina tradicional se une a las últimas tendencias culinarias elaboradas especialmente para nosotros. Lo que se degusta en Bodega Gastronómica Madrid Romero no puede tomarse en ningún otro sitio. Así encontramos la “Aceituna esferificada aromatizada con arbequina”, el “Gazpacho de guisantes de la tierra con anchoa del cantábrico, aceituna negra y aroma de naranja”, o un “Ravioli de Rabo de Toro con reducción de caldo de Garbanzos”, por nombrar algunos de ellos.
¿Qué puede hacer el sector del vino para captar al público joven español, que se inclina más por la cerveza?
Tiene que haber cabida para los dos, pero tiene que volver la cultura del vino. Hace unos años siempre nuestros abuelos comían y cenaban con una copa de vino y de postre se bebía una copa de vino dulce.
Hoy en día, no solo se ha perdido, sino que en su lugar maridan con bebidas gaseosas. El salir a picotear y pedir una copa de vino y que los bares/restaurantes ofrezcan toda la carta de vinos por copas, no lo peor que tienen en carta. Es una labor de todos.
En la colección 3 Calas rendís homenaje a las diferentes generaciones femeninas de vuestra bodega. ¿Cómo surgieron estos vinos tan especiales?
En realidad, no solo la Colección 3 Calas Madrid Romero, todas nuestras etiquetas se las he querido dedicar a alguien importante en mi vida, por este motivo el nombre de la Bodega son mis apellidos. Bodega Gastronómica también tiene un por qué y es porque mi madre es la responsable que me ha inculcado el amor y la dedicación a la gastronomía.
Volviendo a los vinos, la Cala es la flor preferida de mi madre y Cala significa elegancia, belleza y sencillez. Por lo que siempre he tenido claro que quería un cuadro de acuarela pintada la Cala y pintada con toda la paleta de colores de cada vino. Por lo que el vino blanco está representado por la Cala blanca que es la belleza y representa a mi madre, Mercedes Romero, el vino rosado representado por la Cala rosa, la belleza, y es mi hija Martina Madrid y el vino tinto la Cala tinta, la sencillez, que soy yo. Los 3 vinos jóvenes representados por las 3 mujeres de mi casa.
El vino Roble Madrid Romero representado por la cepa joven está dedicado a todo el equipo que formamos en viñedo y en bodega.
El vino Crianza “Colección Chapó” Madrid Romero está dedicado a mi padre que me apoya y está conmigo en este proyecto como mayor exportador y agricultor de pimientos de la zona de levante no podía dejar de enseñarme cada día cómo debemos trabajar el campo. Además, yo soy la tercera generación en la producción y elaboración de vino en mi familia, un punto más a su favor para que me acompañe en este camino. Su etiqueta está representada por la cepa vieja de vaso y la contra etiqueta se la dedico a su vida personal y profesional.
Y por último los vinos de Licor Madrid Romero (tinto y blanco). Como amante de los vinos dulces no podían faltar además con las dos variedades autóctonas de la zona. Por la forma de la botella escogida lo embotellamos, le ponemos el corcho, el lacre, el sello y lo etiquetamos a mano.
Como se puede leer cuidamos desde que empieza el proceso del vino, el viñedo, hasta el consumidor. ¡Todo un despertar de los 5 sentidos!
Actualmente eres la gerente de la bodega, ¿ha sido difícil abrirse paso en un sector dominado tanto por hombres?
No, con tesón, esfuerzo y espíritu emprendedor. Valores que me han enseñado e inculcado mis padres. Y con mucho, mucho trabajo.
¿Qué planes de futuro tenéis que se puedan contar?
Seguir creciendo y haciendo familia con el equipo, con los visitantes y con los clientes.