Paula Bonet: “Cuando publiqué The End empecé a sentirme agredida de una forma muy frecuente y descaradamente misógina”

Paula Bonet es una de las ilustradoras más conocidas de nuestro país. Sus seguidores se cuentan por miles y sus obras han recorrido todo el país. El increíble éxito de su libro “Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End” ha supuesto un altavoz muy potente. El pasado Sant Jordi “Quema la memoria” junto a The New Raemon y “La Sed” han evidenciado que Paula Bonet tiene una conexión muy fuerte con sus seguidores.

 

La unión Paula Bonet y The New Raemon ha sido todo un éxito. ¿Ha sido muy duro ilustrar los diez años de carrera de The New Raemon?
La verdad que ha sido un proyecto muy interesante. Ramón me lo propuso hace dos años, cuando publiqué 813. Me invitó a su programa de radio y cuando estábamos comiendo me propuso ilustrar el libro. Yo le dije que sí al momento porque me encanta todo lo que hace Ramón. Cuando empezamos a perfilar el proyecto me di cuenta de que tenía muy poco tiempo, y yo salía del proyecto agotador que ha sido La Sed. Así que decidimos hacer un libro modesto con unos veinte dibujos.

 

Y estas veinte ilustraciones se han convertido en 217 páginas
¡Sí! Dos meses antes de ir a imprenta vi que no podía ser así. Se trataba de ilustrar diez años de letras muy potentes, con mucho contenido. Además, agrupadas te ayudan a conocer el pensamiento de un autor que llega a un sitio donde es aplaudido y rápidamente lo abandona. Ramón necesita experimentar, en eso nos parecemos mucho. Al final ilustré cada canción y ha sido muy interesante. Emocionalmente he pasado por situaciones complicadas y bastantes oscuras durante estos dos meses. El libro de Ramón está lleno de tinieblas y luces y creo que era el mejor lugar donde yo podía volcar todo lo que me ha pasado de una forma inconsciente.

 

PL105534

 

Y a finales del 2016 publicaste La Sed, un homenaje al feminismo y un libro con el que rompes con toda tu estética previa. ¿Cómo ha sido el proceso de creación?
Ha sido un proceso muy largo, La Sed nació cuando publique The End. Todo el proceso ha sido un desgarro muy bestia, que me ha supuesto mucho tiempo, especialmente con el texto. También me ha supuesto viajar muchas veces a Chile, recupero la pintura al óleo y al final ha salido un libro de más de 300 páginas… me dejó agotada.

 

La Sed es la reivindicación de la mujer, pero desde la desorientación sentimental y emocional…
Cuando publiqué The End veo que el trato que se me da no es el mismo que reciben mis compañeros hombres que hacen un trabajo parecido. Empiezo a sentirme agredida de una forma muy frecuente y descaradamente misógina. Mi objetivo no era hacer un libro sobre esto, sino entender porque pasa esto. Tenía muy claro que no quería huir, ni esconderme y aún menos dejar de trabajar. Quería intentar entender qué pasaba y así poder enfrentarme.

 

Y entonces fue cuando ves que no estás sola y llega a Clarice Lispector, Patti Smith, Teresa Wilms, Sylvia Plath o Virgina Woolf entre otras…
Todo este proceso de entendimiento me obligó a alimentarme y beber y fue en ese momento cuando llego a la obra de una serie de autoras. Muchas en su momento, fueron leídas y valoradas e incluso premiadas, pero siempre a la sombra de un hombre y también, muchas acabaron suicidándose. Su obra, a pesar de todo esto, en el momento de fijar la historia, desaparecen de los libros, y las mujeres que venimos después volvemos a partir de cero. Hay temas que, aunque estén hechos por mujeres no tienen por qué ser estrictamente femeninos, sino universales. Las nuevas generaciones tienen que empezar desde el mismo punto y estamos dando siempre la misma vuelta. Una forma de reivindicar esto, era haciendo un libro homenaje a la obra y figura de estas mujeres.

 

PL105566

 

¿Cómo ha sido el proceso de inmersión a todas estas mujeres?
Cuando llegaba a una de ellas, aparecían cuatro o más a su alrededor y ves cómo es de injusta esta sociedad patriarcal. Soy muy consciente cuando empiezo el libro que no puedo hacer como con Truffaut, porque no conozco su obra en su totalidad. Entonces creo que lo más honesto por mi parte es hablar desde el yo, desde un personaje de ficción que comenta sus palabras.

 

Y gracias a todo este proceso descubrimos a la Paula Bonet más feminista.
Ahora he localizado el término, lo verbalizo y lo defiendo. Yo siempre he sido feminista, pero sin saber que era feminista. El problema es que en nuestra sociedad aún hay mucha gente que no entiende el feminismo. Cuando empiezo a ser más consciente de lo que está pasando es cuando me siento agredida y que yo soy la culpable de esta agresión. En ese momento empiezo a localizar actitudes machistas en mí. En La Sed he intentado localizar todos estos puntos misóginos con los que he estado viviendo e intentando eliminar estos prejuicios.

 

Llegas a este punto por la banalización de tu obra, ¿no? Durante mucho tiempo la imagen que se daba de Paula Bonet era de una ilustradora mujer que hace dibujos fáciles para mujeres.
Sí, pero era una obra que tenía mucho trabajo de línea, de encaje, siempre estaba vinculada a un contenido. Al principio siempre aparecía con versos de autores que yo admiraba. La obra salía de un lugar muy honesto y donde el contenido era lo más importante. El hecho de que esta línea durase tiñese de color, hizo vestir de preciosismo mi obra. Y esto hacía que el mensaje no llegara al público.

 

¿Fue muy difícil convivir con la reducción de tu obra a la niña de los mofletes rojos?
Esto me hacía mucha rabia. Mi obra tenía un trabajo muy heavy de dibujo y se redujese a las dos manchas rojas. Creo que fue muy positivo para mi obra que pasara esto, este libro y me dio a la vez un altavoz y una bofetada. Seguramente una bofetada necesaria, especialmente para poder huir del machismo.

 

PL105608

 

Desde tus inicios hasta La Sed hemos visto una evolución muy clara. ¿Esta evolución ha sido natural o por huir del encasillamiento?
Creo que la primera persona que tenía miedo a encasillarse he sido yo misma. Creo que cuando alguien está creando no puede estar pendiente ni del público ni de los miedos, porque si estás pendiente de esto te estás olvidando de lo más importante: del hueso, de lo que se quiere explicar.

 

Por ejemplo, si veo que unos dibujos funcionan y los repito hasta que no se pueden exprimir más, creo que el concepto de carrera artística no tiene sentido. Lo que yo quiero es estar corriendo siempre. Habrá veces que correré más lento o más rápido, pero yo considero mi trabajo como una carrera de fondo.

 

Por lo tanto, había la necesidad de huir de los dibujos que tanto éxito te dieron…
A veces pienso que es una involución natural, porque los dibujos por los cuales a mí se me conocen, son un trabajo que hice de forma accidental y anecdótica. Yo era muy consciente de que estos dibujos preciosistas, más accesibles y más coloridos eran algo paralelo a mi proyecto. Estos dibujos me dieron un altavoz, me dieron popularidad, pero por otro lado también fueron un espacio de donde casi no puedo salir. Estos dibujos los hice durante poco más de un año, y hoy en día aún hay gente que los reclama.

 

PL105663

 

Mirando hacia atrás y poniéndolo todo en una balanza, ¿volverías a hacerlos?
Sí, no me arrepiento y no digo que no los volvería a hacer. Simplemente ahora ya no me aportan lo que me aportaban cuando los hacía. Estos dibujos me vinculaban a una obra fácil de consumir y que se consume a una velocidad que da miedo. Después de publicar mi primer libro tenía muchas ganas de volver a técnicas que me obligan a parar, como el grabado o el aguafuerte.

 

Actualmente estás en un momento de tu carrera en el cual ya puedes vivir de tu obra, ¡has conseguido algo que es extremadamente difícil!
Pues sí, es muy difícil. Yo soy muy consciente de la suerte que tengo y que se trata de un privilegio que puede desaparecer en cualquier momento. Desde que acabé bellas artes tenía muy presente de que tendría que hacer otros trabajos para seguir pintando. Nunca me imaginé que llegaría un momento que podría dedicarme solo a pintar. No sé qué pasará dentro de cinco años, lo único que sé es que seguiré pintando.

 

[pullquote]“Si veo que unos dibujos funcionan y los repito hasta que no se pueden exprimir más, creo que el concepto de carrera artística no tiene sentido”[/pullquote]

¿Hasta dónde quiere llegar Paula Bonet?
No sé hasta donde llegaré o si llegaré a algún lugar, pero no tiene sentido repetir patrones, hacer lo que el público quiere que hagas. Tú mismo tienes que ponerte en situaciones incómodas y obligarte a salir de la zona de confort. Cuando algo lo controlas mucho, en mi trabajo, la primera persona que lo rechaza soy yo, porque me aburre y veo que no me aporta nada.

 

PL105651

 

En las redes sociales eres una de las ilustradoras que más seguidores tiene, ¿cuál es tu relación con ellas?
De distancia, nadie de mi generación ha crecido con las redes sociales, así que estamos todos experimentando con ellas. Hay veces que piensas que haces algo que está bien y ves que no, así que no lo vuelves a repetir. Pero mi relación con las redes sociales es de alguien que se fía poco de estos espacios. Es una relación muy prudente que intento que todo lo que muestro esté vinculado a mi trabajo. Para mi hay una línea que no quiero pasar, es la de mostrar y no exhibir.

 

A lo largo de tu obra has utilizado muchas técnicas y se te define de muchas formas: pintora, ilustradora, artista…. ¿Con cuál te sientes más cómoda?
Yo soy pintora, me he formado como pintora, pero es cierto que también utilizo el dibujo o la palabra para comunicarme. Quizás soy autora, porque depende de lo que quiero contar me va bien un formato u otro. Unas veces es la pintura al óleo y hacer una exposición, otras el formato editorial porque puedo hablar con imágenes y texto. Si tuviera la habilidad del canto o hacer vídeos, también las utilizaría para poderme explicar.

 

Hace días hablaba con Aitor Saraiba y me contó que estáis trabando en un proyecto en común pero no me avanzó mucha cosa… ¡A ver si contigo tengo más suerte!
Pues sólo te puedo avanzar que saldrá en marzo de 2018, así que tampoco te puedo avanzar mucho. A pesar de que el trabajo de Aitor y el mío son muy diferentes y parezca que somos opuestos, tenemos la misma forma de entender el arte. Nos relaciones igual con nuestra obra y a los dos la literatura nos influye mucho. Lo que te puedo avanzar es que este amor por la literatura estará muy presente en el proyecto.

 

Y para terminar, ¿algún otro proyecto de futuro que nos puedas contar?
Estoy trabajando con el compositor catalán Guillermo Martorell en un proyecto que aún tardará en ver la luz. Es un proyecto muy abstracto y combina imagen con aguafuerte, que es una técnica que me interesa mucho. Ahora estoy intentando romper con todo el conocimiento que tengo, de este concepto harmónico y de control de técnicas.

 

Fotografía: Pere Larrègula

 

MUAH: Antonio Garrido, Isabel Temprado y Karla Auradell

 

Asistente de fotografía: Natalia Buzón

 

Vestuario: Justicia Ruano

 

Localización: Le Meridien Barcelona

Síguenos
Buscar
Cargando

Iniciando sesión en 3 segundos...

Registrándose en 3 segundos...

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies