El proyecto Aníbal de Otero es fruto de la nostalgia de Elva García, de una infancia entre cepas, y de la ilusión por mantener viva la tradición heredada de su padre Aníbal García, para quien el cuidado de sus viñas lo fue casi todo en la vida.
Para elaborar un buen vino, ¿qué es lo más importante?
Es una pregunta compleja. La respuesta más rápida es tener una uva de calidad. Sin buenas uvas no se puede hacer buen vino.
Para obtener buenas uvas hacen falta viñedos en una buena ubicación, y a ser posible de una cierta edad. Las viñas viejas producen menos cantidad de uva que las jóvenes, pero en las condiciones adecuadas dan uvas de mucha mayor calidad. Además, hay que cuidarlas bien, desde la poda de la cepa hasta el uso de fertilizantes respetuosos con el medio ambiente.
Por último, hay que poner mucha atención en la vendimia, eligiendo el momento y las condiciones adecuadas. El proceso de elaboración, crianza y embotellado debe respetar al máximo la materia prima y sus cualidades. Todo en manos de buenos profesionales.
En resumen, mucho cariño, dedicación y atención al detalle.
Vuestros viñedos están situados en el Paraje de “los Fornos”. ¿Qué particularidades os da el territorio en vuestros productos?
“Los Fornos” es un terruño de suelos pizarrosos en pendiente, orientado hacia el sur, en el valle del rio Burbia. Es un paraje ideal para la Mencía, como atestiguan nuestras cepas centenarias. Da a las viñas unas condiciones excelentes de temperatura e insolación, que ayudan a la maduración de las uvas y a prevenir los efectos negativos de las nieblas, comunes en la zona. A su vez, en combinación con el bajo rendimiento de las cepas, obtenemos un mosto de gran concentración, que resulta en vinos intensos y con una fruta muy viva, con gran potencial de crianza y maduración.
El suelo pizarroso aporta mineralidad, contribuyendo a una mayor complejidad y equilibrio. Puesto que cultivamos las viñas con un respeto máximo hacia el medio ambiente, es común encontrar en ellas zarzamoras y hierbas silvestres como el orégano. El vino que resulta es complejo y equilibrado, intenso y elegante. Posee un claro enfoque frutal, con notas minerales y herbáceas: una expresión clara y sincera del paraje del que procede.
¿Puedes definir en tres conceptos tu filosofía vinícola?
Pasión por la calidad, honestidad con la materia prima, respeto máximo de nuestras viñas
¿Cómo han influido los efectos del cambio climático en vuestros viñedos y en general en la zona?
Por una parte, vemos efectos en el adelanto de la maduración de la uva, y por tanto de la vendimia. Además, vemos un aumento en el contenido de azúcar de la uva, que se traduce en vinos con más cuerpo, alcohol y concentración.
El efecto más dramático es la mayor frecuencia de efectos climáticos extraños y potencialmente negativos, como sequias, tormentas y granizo, normalmente impredecibles.
Y para ello, ¿cómo afronta Aníbal de Otero esta situación en el futuro?
El adelanto de la vendimia no es, en principio, negativo, puesto que disminuye el riesgo que presentan las primeras nieblas de otoño. El aumento en el cuerpo y la concentración de los vinos ofrece oportunidades interesantes para la elaboración.
Puesto que no seguimos ‘recetas”, adaptamos nuestros métodos y procedimientos a las cualidades de la uva de cada año. El hecho de que nuestros vinos son diferentes en cada añada es un testimonio de nuestro compromiso de respetar al máximo nuestra materia prima.
En cuanto a los efectos climáticos negativos, poco podemos hacer sin intervenir de forma agresiva en el viñedo, lo cual va en contra de nuestros principios. Sin embargo, gracias a la ubicación privilegiada de “Los Fornos” y a la antigüedad de las cepas en vaso, nuestras viñas están protegidas de forma natural. Por poner un ejemplo, gracias a su antigüedad las raíces de las cepas llegan hasta muy profundo en el suelo. Por lo tanto, aunque un año haya sequía, son capaces de abastecerse de agua y nutrientes sin que tengamos que intervenir.
¿Crees que hay un vino para cada ocasión?
Sí, creo que hay vinos para todo, y para ocasiones especiales, hay vinos especiales. Aníbal de Otero es uno de ellos. Vinos que son más que una bebida o un complemento a una buena comida. Vinos para disfrutar y dejarse llevar. Imaginar la tierra, el entorno, la naturaleza, la historia…
¿Cómo crees que se encuentran actualmente los vinos de la D.O. Bierzo frente al panorama nacional?
En este momento creo que los vinos del Bierzo disfrutan de un reconocido prestigio nacional y también internacional, aunque todavía lejos del que les correspondería por su calidad. En los próximos años será de gran ayuda la nueva zonificación introducida por el Consejo Regulador del Bierzo, que esperemos en poco tiempo los coloque en lo más alto del podio.
¿Qué puede hacer el sector del vino para captar al público joven español, que se inclina más por la cerveza?
Enseñar y divulgar los aspectos buenos del vino. Que los jóvenes aprendan a disfrutar del vino en compañía con moderación. Que aprendan lo que hay detrás de la elaboración de un buen vino. De la relación de la tierra con la bebida, con el desarrollo sostenible.
Desde la Asociación española de periodistas del vino se ha puesto en marcha una iniciativa para que se declare el vino como bebida nacional. En la página web de la asociación se puede encontrar toda la información al respecto.
¿Qué planes de futuro tenéis que se puedan contar?
Desde el anuncio de la zonificación por el CRDO, todos nuestros a vinos se acogen a las denominaciones de vino de villa y de paraje. Todo el equipo, ingeniero responsable del cultivo, propiedad, enólogo, trabajamos para obtener la mejor calidad posible que nos permita elaborar el mejor vino.
Como proyecto a medio plazo esperamos en los próximos meses iniciar la construcción de una bodega en el pueblo de Otero, recuperando parte de una construcción de piedra muy antigua. Será una bodega que combinará la tradición con las nuevas tecnologías, el movimiento de las uvas y mostos será por gravedad. Se utilizará en la medida de lo posible materiales reciclados, piedra y madera recuperada de la construcción antigua. Será una bodega autosostenible a partir de energías renovables y respetuosa con el entorno.
Coincidiendo con el inicio de la construcción de la Bodega queremos lanzar un club de amigos de Aníbal de Otero que, entre otras cosas, tendrán la posibilidad de visitar la bodega, participar en la vendimia y comprar a precio ventajoso los vinos que se vayan a elaborar.