El cannabis se ha convertido en uno de los aliados naturales de mayor tendencia, su fama radica en la presencia de compuestos cannabinoides que, según sus principios químicos pueden tener efectos psicoactivos, como es el caso del Tetrahidrocannabinol (THC) o psicotrópicos, siendo el Cannabidiol o CBD uno de los derivados de la planta con mayor protagonismo en diferentes usos medicinales. Con un amplio portafolio de usos en la medicina natural, el aceite de CBD proviene del cáñamo, siendo ésta la versión industrial y sostenible de las variedades de cannabis, además, ha destacado por sus propiedades terapéuticas capaces de contrarrestar diferentes alteraciones del sistema nervioso central como la ansiedad, el pánico y, por supuesto, los niveles de estrés que generan estas situaciones.
El estrés es una de las principales respuestas del organismo ante situaciones o enfermedades subyacentes, por lo que resulta complejo para el sistema nervioso central reunir todos los mecanismos orgánicos que ofrezcan una sólida restauración del balance emocional; este tipo de detonantes hacen que cada vez sean más las personas que cursen con ataques de pánico, ansiedad, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), entre otros padecimientos que confluyen en crisis de estrés. En este punto donde la sociedad actual va de la mano con un ajetreado estilo de vida, la medicina natural ha dado paso a la incorporación del aceite de CBD cuya respuesta relajante y analgésica es capaz de entorpecer el aumento del estrés hacia niveles más crónicos.
Mecanismo de acción del aceite de cbd sobre el estrés
El auge del extracto oleoso de CBD tiene cada vez más seguidores, y es que su acción no solo es respaldada por el testimonio de personas que lo consumen, sino también por diversos estudios clínicos que han permitido evaluar y demostrar su mecanismo de acción como agregado natural y su posterior resultado en pro de la disminución de la respuesta de ansiedad y por consiguiente del estrés. La vía más común de consumir este producto medicinal es en forma de aceite, ya que el organismo lo absorbe con mayor facilidad. La acción del aceite de CBD, está dada por la regulación que ofrece sobre el propio sistema endocannabinoide el cual está compuesto por un grupo de receptores cannabinoides endógenos que se localizan en el cerebro de los mamíferos y se constituye por tres componentes principales; en primer lugar los endocannabinoides tipo andandamida (AEA) y 2-araquidonilglicerol (2-AG); como segundo componente se encuentran los receptores endocannabinoides del tipo CB1 y CB2 y finalmente las enzimas, capaces de sintetizar y destruir los dos primeros componentes luego de que logran su interacción.
La función principal del sistema endocannabinoide es procurar el equilibrio natural del organismo ante situaciones que desencadenan la oleada de estrés físico o emocional, así que, tras el consumo del aceite de CBD, éste se combina con los receptores CB1 y CB2 del sistema endocannabinoide potenciando su balance y restableciendo el equilibrio que se ha perdido. Este mecanismo de trabajo es el principal motivo por el cual el cannabidiol en forma oleosa se ha convertido en el caballo de batalla de la medicina natural contra los estragos del estrés a su paso por el sistema nervioso central; también es de gran ayuda para contrarrestar los efectos del insomnio que se derivan de los cuadros de estrés y ansiedad ofreciendo un estado de tranquilidad que se ve reflejado en las horas de sueño.
Aceite de cbd y su consumo bajo el aspecto legal
Aunque el consumo legal de las variedades de cannabis ha dado pie a múltiples debates mundiales, el uso de la sustancia oleosa del cannabidiol ha sido aceptado con robustez en la medicina natural. Incluso, en España, el sitio web Justbob se especializa en la obtención del extracto oleoso de CBD a partir de los derivados legales del cannabis y ofrece venta en línea de estos productos.
Es preciso hacer énfasis en que la acción de este aceite dependerá de diferentes factores como la alimentación, la edad, el peso, condiciones físicas, entre otros; así que, dado su amplio repertorio farmacológico, las dosis deberán ser ajustadas en función de las necesidades de cada organismo; de igual forma, es necesario evaluar la reacción del cuerpo ante una primera dosis y consultar con el especialista hasta dar con la cantidad apropiada que permitirá reducir el estrés y disfrutar del estado de relajación que otorga la sustancia.
