Una oficina ordenada es sinónimo de buen funcionamiento y desempeño del trabajo realizado. Al igual que en el resto de ámbitos el orden, la limpieza y el no descuidar una estancia hace que nos sintamos mucho mejor en ella, algo que es muy importante si lo analizamos desde una perspectiva profesional.
Debido a la proliferación de servicios y la alta competencia de los mercados hoy en día es muy importante no descuidar ningún detalle. No hay nada que frene más una venta potencial que una oficina precaria y desordenada, para eso necesitamos contar con el mejor mobiliario para oficinas. Realmente son pocos los pasos a seguir, basta con un poco de sentido común y dar el primer paso para ordenar nuestro espacio de trabajo.
Tener sólo lo imprescindible
Hay una regla de oro que se puede aplicar en bastantes áreas y en el caso de la limpieza y el orden tiene una especial relevancia: menos es más. El primer paso para tener una oficina ordenada y limpia es deshacernos de todo aquello que ocupa innecesariamente espacio y suciedad y que seguramente no se utiliza en meses.
Una mayor sensación de espacio y una zona más despejada ya de por sí suponen un alza en el bienestar de las personas que la habitan. Es la base para realizar una limpieza en profundidad.
Ordenar de forma práctica y funcional
El segundo secreto de toda oficina ordenada es que precisamente dicho orden tenga un sentido y coherencia con la actividad que se lleva a cabo en ella. Ya no se trata de que simplemente quede bonito y genere un positivo impacto visual, sino más bien hablamos de eficiencia.
Ubicar los muebles y objetos que más frecuentemente se utilizan, ahorra tiempo y energía. Por lo que es recomendable organizar las carpetas, archivadores y el material de oficina para que sigamos la ruta más corta.
Mesa ordenada
Las mesas son un pilar fundamental, la herramienta diaria que ha de estar perfectamente puesta a punto para trabajar cómoda y eficientemente. Está demostrado que una mesa ordenada aumenta la productividad y hace que el trabajo que tengamos realizar sea más liviano y no se nos haga tan cuesta arriba.
Ordenar con archivadores
Los archivadores son otro de los elementos que podemos usar en nuestra oficina para tener un área de trabajo limpio y ordenado. Es bastante frecuente la tendencia de acumular muchos papeles. Los archivadores ayudan mucho a tener un despacho ordenado ya que la documentación puede ser almacenada y protegida, al tiempo que fuera del alcance de la vista.
Esto es algo bastante importante, más cuanto más grande sea la empresa, ya que hay imperativos legales que hacen que guardar determinados documentos permanezcan almacenados durante algunos años. por lo tanto, más vale prevenir que curar.
Si dedicamos diez minutos al día al orden, mantendremos nuestra oficina en perfecto estado. Con sólo diez minutos conseguirás grandes avances a largo plazo, que se traducirán en eficacia y rentabilidad en tu trabajo.