A pesar de no tener legalizado el cannabis para uso recreativo como California o Colorado, o no tener una situación parecida a la de Amsterdam, a día de hoy Barcelona es una de las capitales mundiales del cannabis. La ciudad estrella de catalunya goza de este título gracias a los números coffee shops, localmente conocidos como clubes o asociaciones cannábicas, y todo el universo que tienen detrás estos clubes dentro de la cultura cannábica de España.
Barcelona es considerada una ciudad sumamente cannabis-friendly, sin embargo, la ley solo te permite consumir marihuana en espacios “privados”, y como consecuencia de esta condición nacen dichos clubes, espacios donde puedes disfrutar de alta calidad de cannabis en un ambiente seguro y único. Actualmente existen más de 300 clubes activos en la ciudad.
Para poder adquirir cualquier producto cannábico en los clubes o asociaciones de Barcelona hay que pasar por un breve proceso de registro en el propio club y pagar una anualidad. Mediante este registro te conviertes en miembro del club y te ponen al día con las normas del establecimiento y el consumo de la planta fuera de él . Una vez eres miembro ya puedes acceder al club y disfrutar de todas las comodidades de este. Cada club cannábico tiene su propia personalidad y ambiente, podrás gozar de cómodos sofás, varias cepas de marihuana de alta calidad, una gran variedad de productos cannábicos y, como no, munchies.
Turismo del cannabis
El turismo cannábico en Barcelona no está regulado, por lo que no es ilegal que los turistas se puedan registrar en los clubes de cannabis en Barcelona. El turismo cannábico ha encontrado un refugio seguro en la comunidad cannabica gracias a estos clubes. Estos han llevado al mercado negro de la marihuana casi a la extinción y los turistas ya no tienen que correr los riesgos asociados con el tráfico ilegal de la planta.
El gobierno catalán está decidido en eliminar lo que queda del mercado negro del cannabis; no obstante, cada año, los turistas son víctimas de clubes cannabicos falsos administrados por una pequeña comunidad de narcotraficantes que operan en el distrito de Ciutat Vella. Normalmente rondan por La Rambla, el principal foco turístico de la ciudad.
En Estados Unidos, Colorado fue el primer estado en regular completamente la industria del cannabis: producción, distribución y consumo. El turismo cannábico también fue regulado y el impacto positivo ha sido sobresaliente. Sin embargo, a Barcelona le costará unos años conseguir lo mismo, ya que Cataluña depende de España y España está enmarañada en una jerga burocrática. Una cosa está clara, mientras no se regule completamente la industria cannábica en Barcelona, el mercado negro y los narcotraficantes seguirán aprovechándose de los turistas.