De cañas por Madrid | ¡Viva las rubias!

Irse de cañas y aprovechar las terrazas de invierno con los amigos siempre apetece y sobretodo ahora que aún no ha llegado el duro frío de invierno. ¿Pero que pasa cuando no nos apetece o no podemos beber alcohol? Pues no pasa nada gracias a Mahou Sin. Quedamos con nuestros amigos para ir a visitar una exposición, un market de diseño o simplemente ir a dar un paseo; pero ya sabemos que pasa siempre… las quedadas se alargan y después de nuestros planes iniciales ¡nos vamos de cañas!

Mahou Sin es una alternativa a la caña de toda la vida, su sabor apenas se diferencia de una Mahou clásica, así que no hay excusas para disfrutar de los amigos, el sol y una buena Mahou. Tanto si lo que pedimos es una Mahou o una Mahou Sin, una caña es una caña y tiene que estar bien tirada. Tirar una caña con maestría no es fácil y requiere de técnica, ¿cómo sabemos que disfrutamos de una caña con maestría?

Tirar una caña es un arte y, como tal necesita su toque maestro. Una Caña Maestra está formada por su suave crema de 2cm, que evita el contacto del aire y retiene los aromas, el sabor y la burbuja única de Mahou Sin. Así, la cerveza mantiene su inconfundible sabor hasta el final.

¿Pero donde encontrar bares con cañas maestras? Os proponemos una ruta para recorrer cuatro barrios de Madrid: Chueca, Malasaña, La Latina y el Barrio de las Letras donde disfrutar de la mejor gastronomía y por supuesta de Mahou Sin tirada con maestría.

Entre banderas Arco iris y aires de libertad, Chueca nos ofrece muchas posibilidades para tomar cañas y comer bien. En la calle Libertad encontramos un clásico, el Bocaíto: Cañas inmejorablemente tiradas y servidas para acompañar sus croquetas de jamón, frituras, tostas y sus célebres bocaítos. No podemos abandonar Chueca sin nombrar sus terrazas, como por ejemplo la Terraza de la Reina o la Cafetería Verdoy.

En la Plaza de la Cebada del barrio de La Latina encontramos El Viajero. Tras su cambio de ‘look and feel” en su carta podemos encontrar la ensalada de burrata, las mini hamburguesas, los crujientes de pollo, o las carnes a la parrilla… Y si después de comer o de cenar lo que te pide el cuerpo es tomarte algo, no se nos ocurre mejor lugar que su primera planta en la que una actividad se extiende hasta la tarde, gracias a su carta de cafés y las tartas, que están para chuparse los dedos.

La Dolores se ha convertido en una obligada parada en cualquier ruta de cañas que se precie por el carismático barrio de Las Letras y es que es doblemente sublime: por sus cañas extraordinarias, tiradas con arte incomparable, y por esos platos de boquerones en vinagre con su guarnición de patatas fritas, que salen de la cocina sin descanso. Al madrileño le llaman gato; se dice que por su afición a esconderse en desvanes y trampillas en la Guerra de la Independencia. Un bar llamado Los Gatos promete: de entrada sirve cerveza como a la afición le gusta y para terminar, dispone interesantes canapés para acompañar la bebida. No tiene excusa andar por la zona y evitar este bar situado en la calle Jesús.

Y acabamos nuestras recomendaciones en uno de nuestros barrios favoritos: Malasaña. No podríamos decir que el Sidi pertenezca a esa encantadora nómina de locales que cuidan el diseño contemporáneo y ponen esmero en su mobiliario. No, el Sidi, al final de la Calle Colón, y en frente de La Bicicleta, estaba antes y de ahí que su parroquia, a la que también se ha sumado con alegría la gente joven y moderna, sea fiel. Pero no solo es una cuestión de años, no, aquí cuidan la comida casera destacando la tortilla de patatas, los calmares y las croquetas de una carta en la que sobresalen los platos combinados, las raciones y las tapas… no dudéis en sumergiros en uno de los bares más auténticos del barrio.

¡Y hasta aquí nuestras recomendaciones! Si queréis estar al día de todas las novedades de Mahou Sin, no olvidéis visitar su página de Facebook y recordad: De cañas por Madrid y de Madrid al cielo.