Siempre debemos tener cuidado de nuestra piel, pero verano es la época en que debemos cuidarla más: el sol y el sudor, puedes hacer que nuestra piel no luzca como queramos. Gracias a los serums, podemos recuperar la luminosidad de la piel, en especial si se trata de un serum vitamina C.
La vitamina C es una de las más conocidas, y su salto a la cosmética se ha dado gracias al ácido ascórbico, tan de moda últimamente. Es un ingrediente muy habitual en cosméticos y ayuda a mejorar la luminosidad y firmeza de la piel. Además, tiene muchas propiedades antioxidantes y es perfecta para las manchas de la piel.
La vitamina C fue el ingrediente más buscado en Google en 2020 y es que es un todo terreno. Uno de los mejores ingredientes antienvejecimiento para prevenir y reducir las líneas de expresión y las arrugas.
Tipos de serums que podemos encontrar
Hidratantes: Son los que contienen ácido hialurónico y sirven para acabar con la piel seca.
Antioxidantes: Suelen contener vitaminas C y E, que potencian sus efectos antioxidantes.
Despigmentantes: Contienen activos como Arbutina, Ácido Fítico, Ácido Kójico, extracto de regaliz…
Transformadores: En este grupo destacan los retinoides y derivados con efectos antiarrugas y regeneradores de piel.
Exfoliantes: Se suelen usar diferentes ácidos como el glicólico, el láctico, el salicílico… estos serums ayudan a la renovación de la piel.
Reparadores: Contienen proteoglicanos, péptidos o factores de crecimiento regeneradores de la matriz extracelular.
Antiinflamatorios: Contienen activos calmantes como la niacinamida, bisabolol, zinc, Aloe Vera, extractos vegetales como el hamamelis o manzanilla.
9 consejos para el serum funcione mejor
Ponérselo por la mañana: Su aplicación debe hacerse después de lavarse la cara y antes de cualquier otra crema, con la cara bien limpia.
Para todas las pieles: Los serums son tan completos que se pueden utilizar desde los 20 hasta los 100 años. Son aptos para todas las pieles, aunque se recomienda adaptar la concentración del serum dependiendo de la piel y la edad.
Elegir la concentración adecuada: Para que sea eficaz debe tener una concentración mínima del 8%, por debajo de esta concentración los efectos no serán tan efectivos y por encima de los 20% puede no ser bien tolerado por las pieles sensibles.
Elegir el pH adecuado: Las pieles normales necesitarán un pH del 3’5, considerado un pH bajo. Las sensibles deberían subirlo a 5 o 6.
Base de agua o anhidra: Dentro de los serums para la piel hay dos grupos: los formulados a base de agua y los sin agua o de base anhidra.
La mezcla perfecta: La vitamina C funciona bien con otros antioxidantes que encontramos en otros aceites como la vitamina E, el ácido ferúlico, la vitamina B y el ácido hialurónico. La vintamina C y el fotoprotector son la pareja perfecta.
De verdad trata las manchas: No hay milagros ni atajos, pero los serums y aceites reducen la síntesis de melanina, favoreciendo una pigmentación mucho más uniforme del melanocito.
Darle tiempo: Mejorar el tono de la piel requiere varias semanas de un uso continuado y constante, así que debemos tener paciencia. Lo primero que apreciaremos en nuestra piel será un aumento de la luminosidad, pero la prevención del envejecimiento prematuro se obtiene con el tiempo.
Funciona de verdad: Los expertos en la piel insisten en que la vitamina C es el antioxidante tópico por excelencia, uno de los más eficaces y potentes en sus funciones.
No es casualidad que los aceites o serums se hayan convertido en el aliado perfecto para cualquier rutina de beayty care. Sus beneficios y su facilidad de uso lo hacen perfecto para que nuestra piel luzca luminosa y perfecta. Si aun no los habéis incorporado, os recomendamos que no esperéis más y que os hagáis con un buen serum con vitamina C y veréis como vuestra piel mejora.