Titanic Belfast, el centro interactivo más grande del mundo dedicado al famoso transatlántico, es el único lugar donde se puede conocer toda su historia: desde su diseño, construcción y botadura en las aguas del Océano Atlántico hasta su posterior desenlace. En el recorrido por las nueve galerías diferentes que componen la exposición, el visitante podrá sumergirse en esta apasionante historia de fantasía y tragedia.
Los visitantes se llevan una sorpresa al ver el edificio por primera vez con las impresionantes placas de aluminio que brillan al sol, imitando las olas y el hielo. Una vez en su interior, pueden comprender cómo se construyó, gracias al trabajo de 15.000 hombres, la majestuosa navegación en el astillero Harland and Wolff de Belfast.
A lo largo de las distintas galerías que componen la exposición se puede descubrir toda su historia gracias a efectos especiales, imágenes digitales y una “cueva 3D” que ofrece un tour planta por planta del buque, desde la sala de máquinas hasta el puente del capitán.
La última parada de la exposición se corresponde con la última parada del buque: el hundimiento, que se representa con imágenes del centro de observación de los restos del naufragio donde los relatos de los sobrevivientes y la descripción del siniestro son sobrecogedores.
El Titanic Belfast es un orgulloso símbolo del legado de la construcción naval de la ciudad, un recuerdo a la historia del mayor transatlántico construido en aquella época, un brillante monumento a la tecnología y una hazaña arquitectónica. Gracias a la visita, el turista revivirá la historia y se emocionará al pisar el enorme suelo del muelle desde donde partió, ya que se convirtió en su última huella en la tierra.