Este es el mejor plan para el que visita Barcelona y no tiene ningún plan. Echarse a la calle y caminar, pasear sus calles, observarlo todo, en todas direcciones. El placer de descubrir una ciudad que creían conocer, e incluso su propia ciudad, es indescriptible. Salir y mirar hacia arriba, hacia donde nunca han mirado, y descubrir un balcón plagado de plantas, una gárgola en la que nunca había reparado, la placa que indica algún acontecimiento o que allí vivió o nació determinado personaje y usted nunca lo supo. Si es así para el que vive allí o viaja a menudo, que no tendrá de encantador para el que no la ha visitado nunca.
La Ciudad Condal es una de las que hay que visitar en cualquier momento, sin pensar en qué hacer en ella, porque las opciones se les presentaran en cuanto lleguen. Además de pasear por sus barrios y plazas, conocer sus museos y disfrutar de sus playas, es más, mucho más. Si quieren salirse de las visitas culturales y artísticas, en cualquier calle podrán disfrutar de maravillas que son la envidia del mundo con un simple paseo, siempre pueden hacer planes de ocio para un día de relax y desconectar del programa establecido que en ocasiones se vuelve rígido en el afán por cumplirlo y ver todo lo posible en poco tiempo.
La Ciudad Condal es una ciudad que ofrece muchísimo y hay que visitarla al menos una vez en la vida.
Solo sus monumentos atraen a millones de visitantes cada año que no pretenden ni tienen otro objetivo que deleitarse en su contemplación y quedar extasiados ante la espiritualidad que emana de algunas de sus construcciones y de la obra de Gaudí, el gran arquitecto catalán.
En una ciudad donde el turismo no tiene temporada alta y su afluencia no cesa; donde los vuelos y el tren de alta velocidad tiene una frecuencia elevada y las carreteras permiten desplazarse con comodidad desde poblaciones nacionales, la oferta hotelera es amplia como no podía ser de otra forma, y las zonas a visitar numerosas y dispares. Y ahora es cuando se darán cuenta que han olvidado buscar hotel, y se les planteará la necesidad de buscar alojamiento sin conocer las características de cada zona, si los precios y comentarios que aparecen en los blogs y páginas visitadas serán ciertos, si fiarse del conocido que ya estuvo aunque el motivo y destino fuese distinto…
Cuando se visita una ciudad como esta donde el objetivo es vivirla, quizás deberían plantearse la opción del albergue que hasta hace poco era considerado alojamiento juvenil, pero no apto para otro público. Nada más alejado de la verdad, y en Barcelona encontrarán albergues de todo tipo y para todos los públicos. Visiten Expedia.es y déjense aconsejar por el especialista en viajes. Acertarán siempre.