Hablamos con Aitor Saraiba, uno de los artistas más versátiles y representativos de su generación. La Hell Gallery acoge Entre las Zarzas, su última exposición individual que reúne más de 80 nuevas piezas originales e inéditas.
Una de las cosas que más destaca en tu obra es la combinación de la belleza estética con mensajes contundentes. Mensajes muy viscerales que nos hablan de la cruda realidad de la naturaleza humana…
Sólo hay que mirar la vida, que lo mezcla mucho mejor. Es el lugar donde me inspiro todo el tiempo, mi vida cotidiana y las personas que tengo a mi alrededor. La vida mezcla la belleza con el horror con una facilidad maravillosa, yo solo la imito.
Tus trabajos son muy autobiográficos. ¿Trabajar desde tan adentro de los sentimientos te resulta más fácil o más difícil a la hora de realizar tus obras?
Para mí es más fácil ser sincero, que mentir al público.
Entonces quedas muy expuesto…
Pero a mí no me importa. A estas alturas del partido creo que tenemos tantas máscaras, que es necesario que nos mostremos un poco vulnerables. Además, no cuento o siento algo que no hayan sentido los demás.
¿Se crea mejor estando feliz o triste?
Yo soy más creativo cuando he superado un problema. Esta exposición si tiene algo de interesante es que no sólo plantea preguntas, también da respuestas. No creo en esa posición de crear cuando estás mal. Puedo dar un consejo o una reflexión cuando sé de lo que estoy hablando, cuando lo he superado. Mi obra es auténtica porque sé de lo que hablo, no es una masturbación, lo sé porque lo he superado.
En el mundo que nos rodea, ¿es más fácil ser feliz o infeliz?
Yo creo que es más fácil ser feliz, nadie quiere ser infeliz, yo no quiero ser infeliz. A mí me encanta estar feliz, pero la felicidad dura un instante. ¿Qué es estar feliz? Es solo un momento, un suspiro.
En el prólogo hablas de que los niños que crecen entre algodones son más felices pero más débiles, y los niños que crecen entre las zarzas son más infelices pero más fuertes. Un mundo que permite que los niños crezcan entre zarzas, ¿no es un mundo demasiado cruel?
Lo decía Nietzsche, “el destino del mundo es la tragedia”, vivimos en un mundo tremendamente cruel. Esta exposición es sólo la punta del iceberg de la crueldad.
Vale, pero entonces… ¿no hay esperanza de un mundo mejor?
¡No sé si hay esperanza eh! No soy muy optimista con el planeta y con la gente que lo habita. Si en mi obra utilizo la belleza, es casi para demostrar lo frágil que es todo. Entre las zarzas hay tesoros que les cuesta mucho sobrevivir y cómo muchos de ellos son devorados por las zarzas.
A la hora de empezar un nuevo proyecto, ¿sabes primero en qué disciplina lo quieres hacer o qué quieres transmitir?
Yo primero sé lo que quiero contar, entonces dependiendo de lo que quiera contar busco un formato u otro. Hay cosas que son un libro, una cerámica o un telar. Si he saltado de una técnica a otra es porque la obra lo exigía.
Ilustración, dibujo, poesía, escritura… ¿hay alguna técnica que no hayas realizado aún y la tengas en mente?
Muchas, hay tantas cosas que no he hecho todavía… la verdad es que no te sabría decir. Más que nada porque si no la he hecho es porque no ha surgido, pero yo creo que lo que he hecho hasta ahora son sólo ejercicios. Creo que mis grandes obras están aún por llegar, espero que la gente haya sabido disculparme y que haya podido ver todos los errores que he cometido en mi obra y que entiendan que todo lo que he hecho hasta ahora son ejercicios.
Has hecho “muchos ejercicios” en poco tiempo, exposiciones individuales, colectivas, libros… ¿de dónde sacas el tiempo para crear?
No vivo, no tengo vida, no veo a mi familia., tengo a mi novio abandonado, no me corto el pelo, a veces no me ducho, como fatal, no voy al gimnasio y me estoy poniendo gordo, no tengo vida… he vendido mi alma a todo esto, y estoy pagando el precio.
Has escrito libros de ilustración, infantiles, poéticos… ¿Cuáles son tus escritores de cabecera?
Rimbaud, Borges, Szymborksa, Parra, Ángel González, Bolaño… hay muchísimos.
Nos encontramos en la Hell Gallery, una de las galerías más importantes fuera del circuito mainstream. Cada vez hay más galerías de este tipo, independientes y pequeñas, que son un altavoz muy potente a artistas que no tenéis espacio en el circuito más oficialista. ¿Porque crees que cuesta tanto que entre talento nuevo en los circuitos más establecidos?
Bueno, no sé si no nos dan voz o en mi caso, no me interesa nada. Ni ellos, ni su público. Que esté yo en esta galería, Hell Gallery, para mí es todo un honor y un premio que me dejen estar aquí. Porque me siento mucho más cómodo aquí que en otro tipo de galerías o ambientes.
Ya eres un artista experimentado, hace 12 años, más o menos, desde tu primera exposición. ¿Es posible vivir del arte?
Yo tengo la suerte de que sí. Hace ya nueve años que solo vivo de esto, y en un país como en el que estamos es muy difícil poder hacerlo. Y si vivo de esto es porque estoy fuera de ese circuito de galerías que hablábamos antes.
La ilustración está de moda, ¿qué papel han jugado las redes sociales?
Ha sido un papel muy importante. Yo vendí mi primera obra a través de Fotolog, las redes sociales nos llevan ayudando desde hace mucho tiempo. Yo viví el Fotolog, MySpace, llegó Facebook y ahora Instagram, las redes sociales siempre han estado allí. Las redes sociales son las que han hecho que esté aquí en Barcelona, para mí es una herramienta que bien usada es maravillosa. Pongo un print a la venta y se agota en 7 minutos, no conozco ninguna galería que agote sus obras en minutos.
Y la exposición en redes sociales puede llevar consigo el riesgo del plagio…
A mí me pasa todo el tiempo, pero esto ha pasado a lo largo de toda la historia del arte. El arte es una copia de una copia, de una copia, de una copia, de una copia… Todos estamos llenos de referencias, pero particularmente la copia y el plagio me dan igual. Ninguno hemos inventado nada, lo interesante es lo que hacemos con las herramientas que tenemos.
Yo no he inventado nada en esta exposición, lo interesante es lo que estoy contando desde mi punto de vista. Quizás por eso no me siento muy identificado con el resto de ilustradores. A mí lo que me gusta del dibujo es poder contar mi visión del mundo a través de él. Si todos habláramos desde dentro me interesarían todos, pero como al final todos hablan desde el mismo punto de vista, desde un punto de vista que no me interesa para nada o representando unos iconos que no acabo de entender. ¿Qué es original ahora? Los que hemos estudiado Bellas Artes hemos estudiado la copia de la representación humana desde el renacimiento hasta ahora.
Si todo son copias… ¿Qué hace que el arte sea interesante?
Creo que lo interesante del arte, la música, la literatura, la poesía, la pintura es que pongamos nuestra biografía en ella. La experiencia vital de cada uno es lo que nos hace que podamos ofrecer respuestas a otras personas. Creo que es muy interesante que nuestra generación podemos tener el lujo de explicar todo lo que queramos.
Has trabajado para grandes marcas como Converse o Nintendo… ¿Es difícil encontrar el equilibrio entre la libertad total del artista y el encargo que hace la marca?
Yo la verdad es que he tenido suerte, y cuando una marca se ha acercado a mí es porque ya sabía lo que hago. Yo solo pongo un requisito: yo quiero hacer lo que me dé la gana. Siempre lo aviso, no soy diseñador gráfico, no soy ilustrador, no soy una agencia de publicidad… así que sólo hago lo que quiero. Sino, es mejor no hacerlo.
Este año has participado en una acción de Los Goya 2017. Junto a otros ilustradores habéis plasmado vuestra visión de las nominadas al Goya a Mejor Película, en tu caso Un Monstruo viene a verme. ¿Qué influencia tiene el cine en tu obra?
Pasolini me inspira muchísimo, es un gran referente, pero sí que es cierto que me ha influenciado mucho más la literatura. Pero todo lo que hay en esta exposición, es Pasolini.
A nivel nacional, ¿Qué referentes tienen en ilustración?
Yo soy fan absoluto de Paula Bonet, soy fan total. Con Paula tengo esa unión enorme de que nos pusieron en ese saco de la ilustración cuando nosotros éramos dibujantes. Ha sido muy divertido porque en ese pack de ilustradores donde nos han metido, todos han seguido haciendo las mismas cosas y Paula y yo estamos en otro extremo. Hay mucha gente que se ha dado cuenta de que se confundieron a la hora de catalogarnos como ilustradores.
¿Qué es lo que más te fascina de la obra de Paula Bonet?
Paula es la ilustradora, dibujante, pintora, grabadora, escritora o poeta… la verdad no sé cómo llamarla, con la que más me identifico. Comparto con ella esa incontinencia, como usaría ella, a la hora de crear. Lo que Paula está haciendo ahora es muy diferente de lo que estaba haciendo hace dos años. Y sé que lo que Paula tiene entre manos ahora mismo, la gente va a flipar en cuando lo vea dentro de dos años. Eso me encanta de Paula.
Veo mucha conexión… ¿tenéis algún proyecto juntos?
Sí, estoy haciendo un proyecto junto a Paula Bonet que estamos deseando terminar y creo que saldrá a finales de este año o a principios del que viene.
Y para terminar, ¿qué es la cultura?
Lo único que nos diferencia de los animales, la única diferencia entre un perro y yo. Hay un texto de Freud que habla de esto, de cómo el arte nos lleva a la necesidad del ser humano de buscar lo natural porque estamos desnaturalizados.
¿La cultura es esencial para el ser humano?
Yo no podría vivir sin ella, pero conozco mucha gente que puede vivir sin cultura y sin ningún problema.
LOCALIZACION: HELL GALLERY
DIRECCIÓN: C/ CENDRA, 8 BIS (Metro Sant Antoni)
ENTRADA GRATUITA